agosto 28, 2010

Empezar a empezar

Para empezar, no tengo idea de cuándo empezó esto si es que acaso puede decirse que algo “empezó”. Quise empezarlo, eso seguro, pero siempre tuve la sensación de que no lo había logrado. De hecho, aún y aun pensaba en intentar empezarlo, pero ahora algo me dice que se terminó. O acaso que tengo que terminarla con querer empezar. Y la lógica me golpea una neurona y empiezo a creer entonces que realmente había empezado algo, cuando yo creía que recién había empezado a empezar o, peor y mejor, cuando yo creía que apenas había empezado a querer empezar.
Empiezo a creer esto (la oración anterior) y termino también de creerlo, pero en el sentido de que acabo de creerlo, pero no en el sentido de que recién lo creo (aunque también aplica), sino en el sentido de que doy por terminada la acción de creerlo... pero no en el sentido de que ya no lo creo más, de que se terminó, de que se acabó, sino en el sentido de haber completado mi acción de creer y haber llegado a un resultado... pucha, entonces sí, si ya acabé de creerlo, eso está terminado, ahora estrictamente ya no lo creo: lo sé. La pregunta ahora es cuándo empecé a saberlo.
“Carpe, no empieces”. “Carpe, terminala!” Y curiosamente me quedo otra vez con la sensación de no haber terminado, pues para mí apenas había empezado a empezar o, mejor dicho (ya lo saben), apenas había empezado a querer empezar.

agosto 23, 2010

Cloud 9

agosto 19, 2010

Niza - París

París me espera nuevamente unos kilómetros adelante y mientras paso el tiempo en tren, pensando, escribiendo diversas cuestiones, retomo el hilo del pensamiento que involucraba a las personas que quise o quiero y me conocen.

Me pregunto cómo seré yo en los recuerdos de mis amigos, de mis ex, de mis familiares tan desperdigados por el mundo. Yo, en mi solitario viaje, pensé en prácticamente todos y cada uno de ellos, aunque a veces parecía que pensaba sólo en mí.

¿En qué detalles vendré (o iré) a la mente de estas personas y en qué forma? ¿Seré primero una frase, seré una imagen, seré parte de una escena? ¿Cuál será el resumen de mí como recuerdo en aquellos que compartieron mucho tiempo conmigo?

agosto 16, 2010

Viajando conmigo

“Solo traveller” es una categoría específica de viajeros, con justa razón. No es la primera vez que me encuentro experimentándola y me pregunto qué me lleva a emprender este tipo de viajes. Asimismo, pareciera que cuando lo hago me lo tomo muy enserio, porque si se trata de algo que depare menos de 60 días no lo agarro. Y lejos, en la medida de lo posible tiene que ser bien lejos.

Ya van más de dos meses de este periplo en “soledad”, obviamente salpicados por la grata compañía de amigos, viejos estudiantes, nuevos conocidos u otros viajantes que me voy cruzando en el camino. Lo cierto es que voy con mi alma por ahí y las horas se van mayormente en pensamientos.

Reflexiones, cavilaciones, recuerdos, evocaciones, revelaciones, diferentes procesos mentales voy atravesando e infinidad de emociones, sensaciones y sentimientos me atraviesan en consecuencia. Cuando me pregunten “qué tal el viaje”, ¿qué voy a responder? ¿Cómo podría acaso transmitir el tropel de ideas y asociaciones que fueron y van fluyendo a lo largo de estos días?

No hay un resumen, no hay necesariamente una conclusión exacta, no hay desafortunadamente mucho que pueda llevar a palabras concretas y medianamente hacerte creer que te dije algo acabado. Lo más probable es que termine contándote hechos, a qué lugares fui, qué vi, a quién conocí, la “forma” de mi viaje, que también mucho dependerá de la forma en que te lo cuente…

Ya veré cómo me las ingenio con el racconto, si bien es sabido que no es mi fuerte; me desgana sólo empezar a pensarlo y ya saber de entrada que lo más importante no estará en esas palabras que te diga, porque cada día me convenzo más de que mis palabras no transmiten enteramente mis sentimientos. Años y años estudiando letras, literatura e idiomas, enseñando a otros a hablar en español… en fin, mejor dejar este tópico trillado para otra otra ocasión.

Mi viaje conmigo, en mí y a través mío durante estos días europeos está resultando altísimamente satisfactorio y lamento no saber cómo manifestarlo. No obstante y afortunadamente, creo que algo se vislumbra en mis ojos. Ojalá puedas verlo. Ojalá.

agosto 11, 2010

Sólo se trata de vivir ♫

Dicen que viajando se fortalece el corazón
pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior.
Ojalá que esto pronto suceda
así podra descansar mi pena hasta la próxima vez.

Y así encuentras una paloma herida
que te cuenta su poesía de haber amado y quebrantado otra ilusión.
Seguro que al rato estará volando
inventando otra esperanza para volver a vivir.

Creo que nadie puede dar una respuesta
Ni decir qué puerta hay que tocar
Creo que a pesar de tanta melancolía
Tanta pena y tanta herida
Sólo se trata de vivir.

En mi almanaque hay una fecha vacía,
es la del día que dijiste que tenías que partir.
Debes andar por nuevos caminos
para descansar la pena hasta la próxima vez.
Seguro que al rato estarás amando
Inventando otra esperanza para volver a vivir.

Creo que nadie puede dar una respuesta
Ni decir qué puerta hay que tocar
Creo que a pesar de tanta melancolía
Tanta pena y tanta herida
Sólo se trata de vivir.

Dicen que viajando se fortalece el corazón
pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior.
Ojalá que esto pronto suceda
así podra descansar mi pena hasta la próxima vez.
Seguro que al rato estaré volando
Inventando otra esperanza para volver a vivir.

agosto 10, 2010

Montpellier

Miércoles 4 de agosto (20:10 - 2010)

Apenas llevo 24 horas en la ciudad pero algo ya asintió por dentro y empieza a sentir una comodidad apañada por la sonrisa que se fue instalando tras un día soleado con playa mediterránea incluida y caminata por el apacible y bonito centro histórico. Es la hora de la cena temprana y demasiado luminosa para mi apetito nocturno (?) que no sabe ya cómo actuar todavía confundido por los diversos vaivenes a los que lo estoy sometiendo.

Pasados los mágicos días en Holanda, creí en algún momento que nada superaría la fabulosa experiencia y sensación vivida en Ámsterdam, pero Montpellier parece querer pelear su lugar en el podio citadino.

Un majestuoso y magnífico parque me ofrece benevolente un banquito sombreado y, mientras saboreo mi adictivo sándwich de camambert y tomate, las cigarras encienden el aire con su sonido característico acompañadas por el viento en las copas de los árboles, el sonido del agua que juega en la fuente a mis espaldas y el tamborileo de uno de los tantos músicos de esta ciudad repleta de luthiers.

Montpellier me regala un curioso locus amoenus siglo XXI y no hago más que recibirlo y disfrutarlo en plenitud. Intenta un atisbo de lírica llegar a mi mente, pero rápidamente la espanto recordándole que colgué el plumín por el bien de la humanidad y que mi lugar en las letras rara vez escapará a la prosa. Montpellier se ríe y yo también.

agosto 08, 2010

Mi viaje

A principios de junio emprendí el viajecito soñado, un poco que mandé todo al carajo alcanzado ya un nivel elevado de hastío existencial y con la plena convicción de que era el momento justo. Algunos me dijeron que era la crisis de los 30... Lástima que tengo 31 y no creo en esas idioteces. Siempre quise conocer Europa y, como necesitaba un verdadero cambio de aire, allá fui.

Acá estoy, mejor dicho. Más precisamente en Barcelona, escribiendo estar palabrejas mientras miro cada tanto por el balcón de la súper habitación que sigo sin saber por qué me la dieron. Reservé dos noches en este hostel, anoche estuve en una habitación acorde con lo pactado y pagado, y hoy me pasaron a una habitación privada con cama doble y balconcito sin pedirme un céntimo. Cosas así me van pasando en este viaje que se sigue improvisando día a día.

Realmente no estaba en mis planes llegar hasta España, habiendo limitado originalmente mis destinos en Alemania, Holanda, Bélgica, Francia y el Reino Unido. España e Italia, pese a las preguntas de todo el mundo, no figuraban en mi itinerario mental. Sin embargo, acá estoy y muy feliz de estar.


Escribí algunos mails a los amigos, contando reflexiones de viaje, pero me voy a lo abstracto constantemente y terminan siendo párrafos difusos de similar calidad. Intentaré hacer una mudanza de palabras y ver si finalmente puedo resucitar el blog, mi escritura, el tiempo para perderme y encontrarme
otra vez en letras. Al fin y al cabo, también de eso se trata mi viaje.