Cinco veces cinco
Nunca digas “cinco veces cinco”; quizá “siete”, quizá “nueve”, jamás “cinco”. Cruel karma caerá sobre todos: verás morir otros seres, otras vidas; verás pasar horas (reloj fatal), meses (enero, marzo, abril, junio, julio... cinco meses).
Negra noche. Pocas luces. Yendo hacia aquel lugar, oirás voces venir desde lejos: “Tengo miedo, ayuda!”, “Atrás, bruja!”... Luego serán ellos (entes rudos, damas locas, niños malos): “Muere!”, dirán.
Joven mujer, dulce, suave... ojalá sepas matar gente sucia, agria, fútil. ¿Serás capaz? Entre manos color verde, entre viles ratas, entre ramas rotas, serás única, tenaz, vital hasta decir “basta”.
Nunca habrá calma (obvio: oídos sanos odian tanto ruido). Fuego, armas, dolor, daños, grave pesar. Llena, harta, dirás “adiós”.
Ahora sabes estas cosas. Valen mucho. Estés donde estés, debes salir, caiga quien caiga. Vuela libre. Viaja rumbo Norte, hasta dejar atrás estas penas tuyas. Halla algún sitio mejor. Busca aquel nuevo mundo donde entre vanas nubes surja tenue calor. Serás feliz.
¿Quién sigue? ¿Sigue Laura, Tomás, Clara, otros? ¿Mismo texto, nuevo texto? ¿Quién desea jugar? Ardua tarea crear “cinco veces cinco”. Probá, verás. ¿Tenés ganas? Vamos, ánimo!
4 Comments:
Nadie? Vagos!!!
Claro, temen crear cosas bobas.
jejje.... eso pasa cuando keres desenterrar muertos!!
beso mendocino!
agu
estoy ahora mismo,
maria paola casas
BRAVO, Paola.
Podés hacer tanto ahora mismo: estar, soñar, volar, andar, salir, VIVIR :-D
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