09 / 09 / 09
Hoy es ciertamente un día memorable, y mil veces más para todos aquellos fanáticos de los Beatles dispersos por el mundo y entre los cuales me cuento hace varios años con mucho orgullo. Para quienes no llevan en el alma a estos cuatro liverpulianos, pues muy probablemente la promoción de este evento les parezca fútil, vana y sin ningún tinte particular. No va a faltar quien opine que se hace cualquier cosa para ganar más dinero. Que digan lo que quieran, y hasta me tildarán de imbécil, pero poco me importa porque para mí esto merece correr a la disquería con nuevas ansias y comenzar a renovar la colección completa.
Sí, sí, leíste bien: la colección completa... aunque me lleve tiempo y dinero y tenga después los mismos discos dos veces. Obviamente tomaré mis recaudos, no voy a hipotecar mi casa ni a vender a algún familiar o algún órgano para comprar el Box Set. Veré —o mejor dicho, escucharé— cómo es la calidad de la versión remasterizada e iré paulatinamente adquiriendo en función de mis preferencias.
Unos 16 años más tarde me dispongo a repetir la emocionante aventura de ir completando la colección de mi grupo preferido. Recuerdo el día en que los cassettes de los Beatles comenzaron a quedar en mi pasado (15 de febrero de 1993) y compré el primer CD: “Magical Mistery Tour” (es más, mirá si seré freak que tengo agendadas las fechas en que cada CD llegó a mis manos). Poco después vino mi cumpleaños y astutamente le dije un álbum diferente a cada persona que me preguntaba qué quería como regalo; después sólo tuve que rellenar los huecos. Así que ya sabés que regalarme para Primavera, Día de la Raza, Navidad, Año Nuevo, Reyes, etc.
Mientras tanto, y para ir saboreando un poco, creo que hoy mismo voy a darme un gusto. La elección de un solo ejemplar ciertamente no será tarea fácil, pero me parece que voy a empezar por el final: “Abbey Road”, o en su defecto el “Álbum Blanco” (si me da el bolsillo). Después te cuento, así sabés cuál no comprarme :-)
Sí, sí, leíste bien: la colección completa... aunque me lleve tiempo y dinero y tenga después los mismos discos dos veces. Obviamente tomaré mis recaudos, no voy a hipotecar mi casa ni a vender a algún familiar o algún órgano para comprar el Box Set. Veré —o mejor dicho, escucharé— cómo es la calidad de la versión remasterizada e iré paulatinamente adquiriendo en función de mis preferencias.
Unos 16 años más tarde me dispongo a repetir la emocionante aventura de ir completando la colección de mi grupo preferido. Recuerdo el día en que los cassettes de los Beatles comenzaron a quedar en mi pasado (15 de febrero de 1993) y compré el primer CD: “Magical Mistery Tour” (es más, mirá si seré freak que tengo agendadas las fechas en que cada CD llegó a mis manos). Poco después vino mi cumpleaños y astutamente le dije un álbum diferente a cada persona que me preguntaba qué quería como regalo; después sólo tuve que rellenar los huecos. Así que ya sabés que regalarme para Primavera, Día de la Raza, Navidad, Año Nuevo, Reyes, etc.
Mientras tanto, y para ir saboreando un poco, creo que hoy mismo voy a darme un gusto. La elección de un solo ejemplar ciertamente no será tarea fácil, pero me parece que voy a empezar por el final: “Abbey Road”, o en su defecto el “Álbum Blanco” (si me da el bolsillo). Después te cuento, así sabés cuál no comprarme :-)
Dixit Carpe diem @ 08:09
3 commentaria
3 Comments:
te compro los de la vieja edición a mitad de precio que necesito hacer un collage!
jajajaj
buena onda. Pero qué manera de hacer plata viejo!
A ver cuándo sacan algo nuevo esos vagos!
Sorry, Josi, no está en venta :-)
Al final me compré el Álbum Blanco nomás, por tres razones: 1) es un álbum doble (i.e. más placer); 2) me salía más barato que si compraba dos CD (i.e. imaginario ahorro); 3) es estrictamente el noveno álbum de los Beatles (¿qué otra cosa comprar el 09/09/09?).
Tuve Abbey Road en mis manos, titubeé mucho, pero finalmente cedí ante la blancura de The Beatles. No me arrepiento en lo más mínimo, no sólo porque ambos discos me gustan soberanamente mucho, sino también porque la experiencia de escucharlo remasterizado ha sido y es fabulosa... ya llegará el momento de Abbey Road.
Creo que en el Disco 2 la remasterización me voló todavía más el cerebro que en el Disco 1. Pero es una afirmación recién salida de un cerebro flasheado. Hasta “Revolution 9” cobra una nueva dimensión.
De cualquier manera, soy consciente de que debemos ser los fanáticos quienes más saboreamos todos los nuevos detalles que se escuchan, pero “Long long long” o “Everybody's got something...” (sólo por ejemplo) y otros temas que a veces pasan más desapercibidos han (re)cobrado una fuerza admirable.
Carpe sonriente :-)
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