octubre 29, 2007

Esquemático

Acá les va un ejemplo de lo que pasa cuando se postea algo sin haberle dedicado un par de minutos más de atención al proceso de creación; pero bueno... como son ejercicios, me doy el permiso.
En el post anterior tenían textos con palabras de cinco y cuatro letras. Ahora estuve practicando con la misma modalidad pero en otro esquema: la cantidad de letras va en orden ascendente en la primera parte (1-2-3-4-5-6; 1-2-3-4-5-6-7, etc., cada nueva escalera agrega una palabra con una letra más hasta llegar a 11. No está fácil).
A dicha seguidilla le agregué un discurso directo (en color azul), que en cierta forma interrumpe el orden esquemático del texto anterior... pero como hace varios meses le había prometido a Microcosmos que iba a intentarlo, aproveché la ocasión y la temática para incrustar un texto con palabras en orden alfabético (de la A hasta la Z).

Por último, un párrafo divague en el que la secuencia sube y baja (1-2-3-4-5-6-5-4-3-2-3-4-5-6-7-6, etc.). ¿Que por/para qué escribo estas cosas? Porque sí, para jugar nomás. La joda está en escribir algo medianamente potable en el menor tiempo posible, si hay que pensar mucho ya pierde emoción. Lo ideal es, después de vomitados, retocarlos, pero como a nadie más que mí le importan estas giladas, lo dejo así y me voy a dormir. Suficiente por hoy. Good night.
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A la una tomó aquel whisky escosés, y ya sin otro decía muchas pavadas a la vez. Ahora brindemos con dos especiales —fabulosas— gotas hipnóticas. Imaginemos juntos kilómetros, leguas, millas (nunca ñañas)... otras posibilidades que resulten sorprendentes. Tengo un vino, whisky, xantina y zumo.” ¿Ella sabía cuánto deseaba evadirse o no vio otra forma? Caminó perdida, borracha, solitaria y de más, como hacía cuando todavía esperaba encontrar diferentes —y no las tres vanas mismas tristes— opciones, realmente decadentes. Angustiante.

Y él, que sólo había bebido medio vaso, fue el más raro; quizá porque siempre estaba cerca suyo. Sin esta mujer bonita, alocada, caliente, enferma, oscura, nunca supo dar nada. ¿Quién podría mostrar entonces variantes? Extraños caminos tienen ellos para creer tantas fútiles palabras. Increíble conciencia demencial: alocados humanos buscan algún amor, poder eludir infame soledad, esquivar cualquier desilusión. Inquietante.

4 Comments:

At 29/10/07 00:54, Blogger Carpe diem said...

Desde ya, están invitad@s a hacer sus propias versiones y/o proponer nuevas secuencias. Y también pueden abuchearme y pedirme que me dedique a otra cosa (lo cual no implica que vaya a hacerlo).
Saludozzz
C.

 
At 29/10/07 10:32, Blogger Fodor Lobson said...

Amigo bienamado Carpe Diem,

estamos fascinados. Genial hombre inventando juegos kilométricos, los mejores: números (ñoños) o palabras que relacionar serialmente.
Todo un vencedor, wey.

Xavier y Zacarías

 
At 29/10/07 13:34, Blogger EnLaOscuridadDeLaNoche said...

¡Me encanta! Pero creo que sería incapaz... aún así cuando tenga un ratillo intento jugar :-)
Un besazo.

 
At 30/10/07 22:33, Blogger Carpe diem said...

Fodor: Clap-clap-clap. ¡Bravísimo! Sólo he de decir que la idea/propuesta del A-Z es de la querida Microcosmos, y de “genial hombre” la verdad es que tengo poco. ¡Pero qué tanto, jé! Caramba que le quedó más que bien, y le agradezco el halago alfabético. Saludos.

En la oscuridad de la noche: ¿Incapaz usted? No, no, no... muy ocupada o vaga (o con cosas más importantes que éstas), puede ser; pero incapaz, no, no, no. Si intenta, me cuenta cómo le fue, ¿si? Saludos.

Al brazo

Carpe Diem

(Epaaa, faaaa, jejeje...)

 

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