El último café
—Estaba sentado ahí, en esa mesa. Pidió un cortado mitá-y-mitá y se puso a leer el diario. Tranqui... Cuando se lo serví, me preguntó y entonces le expliqué... Y ahí mismo le dio un patatús.
Resulta ser que el pobre tipo recién volvía a la Argentina, tras un par de meses de viaje, y se desayunó la noticia. Su reacción puede considerarse un tanto excesiva, pero entiéndase que toda abstinencia tiene su lado oscuro.
La falta de ceniceros le llamó la atención y por eso consultó al mozo si ése seguía siendo el ‘sector fumadores’. El “ya no se puede fumar en lugares públicos cerrados” lo dejó en un primer momento anonadado, con los ojos desorbitados y una mueca de estupefacción similar a la de Apu al enterarse de que acaba de ser padre de 8 críos (“Eight misbehavin'”, temporada 11).
Hasta ahí me enteré. Sé que después todo adquirió tintes tragicómicos, pero no pude quedarme a escuchar la historia completa... tuve que ir afuera para acompañar a un amigo que se sentía mal por la falta de nicotina.
16 Comments:
Cuando empiecen a abrir los bares para fumadores se van a llenar de gente.
No estuvo mal esa muerte. Mejor que un cáncer de pulmón, en todo caso.
La ley antitabaco es un buen intento de madurez social. Ojalá prospere. Por mi parte, como tantos (no fumadores y fumadores también), estoy feliz de que esté en marcha.
"tras un par de meses de viaje, y se desayunó la noticia"
hay desayunos que caen pesados.
Nunca me atrajo la idea de fumar y me alegro por ello, pero comprendo que la adicción al tabaco es muy dificil de quitar.
En cualquier caso, la iniciativa de no fumar en recintos cerrados me parece genial, así no tenemos que ser fumadores pasivos en contra de nuestra voluntad.
Gracias por pasarte por mi blog. Te lo agradezco de veras.
Un saludo.
che, no discriminen a los enfermos de nicotinitis, no es la manera. Pronto no se podrá tomar ni café en los cafés.
Era hora de que comenzase socialmente una caza de fumadores. Mi intentos individuales no prosperaron mucho, pero aún así nunca bajé los brazos. Fuera fumadores, fuera!
Con lo mismo, ¿Perseguirán todas las adicciones...? (café, marihuana, amor, coca-cola, thé, cocaína, glutamato-monosódico, alcohol, lsd, endorfinas...).
Un beso adictivo.
Ary: Ciertamente, conozco gente que espera ansiosa el momento de llenarse felizmente de humo, enrojecerse los ojos y toser en conjunto.
Wakefield: Y sí, hay muertes mejores que otras, aunque el resultado es siempre el mismo.
Cerebro: Recuerdo que charlamos al respecto el otro día. Por ahora parece que marcha viento (libre de humo) en popa (nunca ‘pipa’).
Ramiro: Desayunar habitualmente noticias puede causar, como mínimo, una seria úlcera.
Lunaria: Cito a Groucho Marx: “Dejar de fumar es fácil. Yo lo he dejado como 100 veces”. Usted, de todos modos, siga así. Y muchas gracias por visitar mi blog. Ojalá regrese ese encantador ojo violeta.
Gabriel: No a la discriminación ‘fumadoril’. Y, al precio que está el café últimamente, es verdad, pronto no se podrá tomar ni café en los cafés.
Fck: “Temporada de fumadores” (alusión sutil al “Temporada de Patos” de los dibujitos del pato Lucas). ¿No se te acalambran los brazos? Eso es perseverancia.
Salón de sol: No termino de entender el criterio de persecución que se aplica. Café, alcohol y coca-cola, por algún motivo, parecen ser bien vistos. El amor... bueh, eso ya es un dilema filosófico MAYÚSCULO. Gracias por pasar, le dejo mi saludo adicto.
Gracias a todos por sus comentarios, es un placer... ¿Alguien sabe cómo terminó la historia del bar?
Al brazo.
C.
Ya te lo dije, pero insisto: basta con que me lo prohiban para que me den más ganas.
Todas ellas son sustancias adictivas... algunas además cancerígenas (glutamato), otras simplemente peligrosas para la salud, como el amor o el exceso de endorfinas. Los peores son los adictos al trabajo...
Todas son drogas.
Saludos.
Psicodélica Star: Es cierto, así dijiste. Y en la siguiente escena se te vio corriendo desesperada hacia la plaza frente al bar-condena para poder prenderte un pucho de una buena vez.
Salón de sol: El amor es el único de los nombrados que tiene el misterioso don de poder ser peligroso y también beneficioso para la salud, todo depende del caso... a veces incluso puede darse simultáneamente. Ya lo decía antes: un verdadero DILEMA filosófico.
Al brazo
C.
Aprovechemos el verano y esta hermosa primavera para disfrutar de los bares que tienen mesas al aire libre. Ayer me pasé toda la tarde en uno con un jugo de naranja, un libro y mis puchos.
¿Se fijaron cómo hay menos gente en los bares cerrados? Los empleados y dueños dicen que se nota la merma de clientes. Y vaticinan, por esta razón, que esta reglamentación va a durar poco. No creo que la saquen, pero seguramente, les va a ir mejor a los de mesitas en las veredas o, cuando aparezcan, a los bares para fumadores.
¿Será que nosotros constituimos la mayoría de los clientes de bares? Hasta ahora, yo no me había dado cuenta...
Salute.
Anoche fui a un restaurante/boliche con amigos y, en un momento de la noche, noté que el lugar estaba misteriosamente vacío en un horario inusual. No, la gente no se había ido, simplemente había coincidido en el salir a fumar a la vereda. Fue una noche cuasi-normal, con eventuales intermitencias de lapsos de 10'. No sé qué va a pasar.
Al brazo
C.
Yo estoy de acuerdo con la ley, a pesar de ser fumadora, no soy una fumadora empedernida pero me fumo mis 50 cigarrillos diarios (chiste, chiste). El fumador es una persona que está enferma, che!, aunque no lo parezca. No hay que discriminarlo y el gobierno debería haber acompañado esta ley con programas de recuperación de adictos al tabaco.
Eso, es necesario recuperar al adicto al tabaco, ¿dónde quedó que no está protestando como loco? :)
Está muy bien lo que decís, Q., ¿irías a uno de esos programas? Avisame.
Al brazo
C.
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