diciembre 01, 2006

Diciembre

Llegó el último mes del año nomás, el de la época de exámenes, en el que todos los amigos quieren reunirse para brindar y despedirlo, el de las fiestas, el del balance, el de la tristeza y la alegría existencial.
Ya pronto los comerciales nos aturdirán con idioteces de toda índole, los negocios aprovecharán la ocasión y el ciclo anual se cerrará antes de que logremos reaccionar del todo. Ánimo, si sobrevivimos 11 meses, quizás tengamos la fortuna de resistir uno más, ya se verá luego qué nos depara el 2007.

Bueno... hecha esa burda introducción, paso ahora a hacer mi breve referencia al mes en cuestión. Apenas un bocadillo etimológico para afrontar con cultura los 31 días que nos quedan por delante:
El calendario romano, originalmente dividido en 10 meses, consistía en una suerte de numeración. Así, por ejemplo, el 5º mes se denominaba quintilis, el 6º sextilis, el 7º septembris, el 8º octobris, el 9º novembris y el 10º decembris (siendo la terminación -bris algo relacionado con la época de siembra, no voy a entrar en detalles).
Luego vino uno de los ‘grandes grandes’, Julio César, y dispuso que el año tuviera 12 meses (agregó enero y febrero) y se auto-dedicó el mes en que nació (muy bien hecho, maestro, usted sabe que lo admiro a pesar de muchas cosas). A su sobrino Augusto luego le sería otorgado el mes siguiente.
Pues bien, aquí viene la perlita: ‘dicen’ que cuando Augusto notó que el mes de Julio tenía 31 días y el suyo sólo 30, ordenó sacarle un día a otro mes (febrero, claro está) y ponérselo al propio.
Ya lo decía Obélix: “Estos romanos están majaretas”... pero cómo influyeron, che, ‘me cacho en diez’... en decem, en diciembre, bah, que era en definitiva de lo que les quería escribir.

11 Comments:

At 1/12/06 01:30, Blogger Carpe diem said...

Y ya que estamos con la cosa etimológica y me siento así como rebozante de pavadas, me permito otro excursus de los que tanto me gustan: si alguna vez se preguntaron (no sé si les entretiene perder el tiempo con esta clase de idioteces, a mí ciertamente sí, por eso estoy como estoy) de dónde proviene la frase “me cacho en diez”, yo puedo decirles que alguna vez leí por ahí que es un eufemismo para “me cago en Dios”, mirá vos.

‘Aunque usted no lo crea’, un programa de no dudosa pésima calidad conducido por Carpe diem, véalo en A place to hideaway (usalmente día por medio).

Al brazo

C.

 
At 1/12/06 07:53, Blogger Tomás Grounauer said...

Claro que sí. Que viva la curtura. Jeje. Culo.

 
At 2/12/06 00:13, Blogger microcosmos said...

no te haces una idea de cuánto disfruté enterarme de todo esto.
y de una, más encima.

 
At 2/12/06 03:23, Anonymous Anónimo said...

Hay Carpe Diem... vuelvo una y otra vez a leerlo, y no deja de dibujarme una sonrisa! siga, siga perdiendo el tiempo como usted dice..(jo jo jo)
Nos cruzamos y no me pierdo...

Un beso.-

Polaroid.-

 
At 2/12/06 18:08, Blogger Cuni said...

Menos mal que a Julio Cesar se le ocurrió agregar los meses de enero y febrero...sino yo no hubiera nacido!

 
At 2/12/06 20:16, Blogger Unknown said...

Obelix tenía razón, pero lo que me molesta es esa necesidad de hacer cenas y almuerzos y mas cenas y más almuerzos y desayunos y no sé que más, eso.

 
At 2/12/06 21:42, Blogger Lunaria said...

Para que después digan que con esto de los blogs no se aprende. Aunque, eso si, la frasecita la conocía.
Un saludo.

 
At 3/12/06 00:23, Anonymous Anónimo said...

Brindemos, che, que se acaba el año!!!

Salud!

 
At 5/12/06 00:41, Blogger Carpe diem said...

Cerebro magnético: Eso, sí, culo! Y ego puto in horto meo.

Microcosmos: Muchas gracias, el placer es mío.

Polaroid: Si de perder el tiempo con cosas como ésta se trata, allí estaré yo, con la fidelidad más fidedigna. Y si se esbozan sonrisas, pues con más razón aún.

Cuni: No cualquiera puede decir que le debe la vida a Julio César, ¿eh? Sólo unos pocos elegidos. Gracias, Julio.

Ary: Buen punto, da para una mesa-debate (cena mediante, obvio).

Lunaria: “Todos los días se aprende algo nuevo” en la vida, también en los blogs, que son decididamente parte de ella.

Una que anda por ahí: Eso! Vivamus atque bibamus, que la vida es corta. Salú'.

Salud(os) para todos ustedes. Gracias por estar ahí.

Al brazo.

C.

 
At 5/12/06 12:50, Blogger Mariposa}:{Mística said...

Que lindos los romanus germanus.
Ahora ya q te metiste y nos metiste en este embrollo, me surgió una duda, si todo esto de los 12 meses es caprichito del (Según vos) más grande entre los grandes, como puede ser que los horoscopos te hagan la carta natal, basandose en una presicion del giro de la tierra alrededor del soly la luna alrededor de... y la elipsis sobre.... t marte y neptuno y el ascendente del proyectante en el cuadrante 32 de la casa 4?
La tenia de cristal y sabía el giro y qué tarda en dar vuelta 365 dias? no se si se entiende mi duda escamosa, pero me acosa la cabeza, ahora.
me dejo de joder porq ya es mucho.
besos

 
At 7/12/06 18:48, Blogger Carpe diem said...

Mariposa}:{Mística: Te juro que ayer te estaba respondiendo, escribiéndote una laaaaarga explicación acerca de los calendarios y los ciclos lunares y solares y otro montón de información astronómicamente pormenorizada, cuando de golpe porrazo se cortó la luz y se escuchó mi “pero, la *æ@%&$”. Todavía tengo un sabor agrio en la boca a causa de ello, por lo que me niego a dar toda esa explicación de nuevo, te pido mis disculpas y ojalá puedas entenderme el desánimo, seré breve.
Existen distintos tipos de calendarios, el de los romanos y sus 10 meses era un calendario civil (de 304 días para ser exactos), que obviamente quedaba desfasado con los calendarios lunares (esos que cuentan 12 lunas llenas por año, una cada 30 días aprox.) o solares (también llamados trópicos, preocupados en cuánto tarda el sol en dar una vuelta completa a la tierra).
Aquel calendario civil se había establecido para cuestiones de orden social (así se determinaba una fecha exacta en la que debían pagarse ciertas cosas, para darte un ejemplo) y lo que Julio César hizo es que la cosa coincidiera también con las estaciones y las lunas. En realidad no es que él se puso a hacer cuentas (tenía cuestiones más importantes que atender), sino que llamó a un representante de los que más sabían al respecto y le encomendó la tarea. ¿A quién le pidió ayuda? A un egipcio, obvio, ellos tenían la posta en todo eso.
En fin, espero haberte liberado de la duda que te abrumaba, si querés saber más sobre calendarios podés ver páginas como ésta o esta otra, por dejarte alguna.
Un beso para vos y mis respetuosos saludos.
C.

 

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