noviembre 15, 2006

Diez años después

No fue casualidad, sino que estaba previsto así: cumplidos 10 años del fin de nuestros estudios, habría una reunión de egresados. Fue así como hace poco volví a ver aquellos rostros que 10 años atrás veía cotidianamente y que, tras terminar el secundario, dejé de ver casi como por arte de magia.
Apenas entré, me dirigieron estas palabras en tono exclamativo: “Estás igual vos”. No sé si me mintieron o no, pero yo no pude decir lo mismo de varios de los allí presentes. Algunos de los muchachos perdieron gran parte de su cabellera (o directamente toda), algunas de las muchachas adquirieron (ya sea por desarrollo personal o simple cirugía) nuevos senos, algunos agregaron un par de kilos a sus cuerpos (damas embarazadas y/o amatronadas, caballeros de buen comer y/o beber). Digamos que el tiempo no pasó desapercibido.

Personalmente, ya sea por una cuestión genética o no, no perdí cabello, no subí de peso (siempre me caracterizó mi delgadez); no se me cruzó ponerme siliconas y por ahora no tengo planes de tener hijos, mucho menos casarme. Conclusión: físicamente no se percibe cambio notorio (sólo yo sé —y ahora ustedes— que tengo 3 canas que antes no tenía).
En el colegio siempre me sentí sapo de otro pozo, y eso no cambió en absoluto. Esos otros no son como yo, de hecho son muy diferentes. Diez años después volví a ver ese abismo insondable que nos separa. (Ojo, esto puede sonar despectivo y no pretende serlo. Guardo cariño por esas personas con quienes compartí largos años de mi infancia y adolescencia, pero es evidente que lo único que tuvimos en común fue aquella circustancia temporal, nada más).
La tendencia entre mis compañeros, hombres y mujeres, fue la siguiente (y no exagero): 30% estudió derecho (si algún día necesito abogados, tengo para tirar al techo), 25% estudió medicina (otra ventaja), 20% estudió contabilidad y/o marketing y/o administración de empresas, 20% estudió arquitectura y/o diseño y el 5% restante tiene un poquito más de variedad. No dejé de sorprenderme al saber que 3 compañeros son seminaristas y eligieron “el camino de Dios” (sic); 2 estudiaron publicidad; 2 psicología y alguien muy de la cabeza estudió Letras.
De la reunión rescato dos o tres cosas. Una fue volver a ver a una persona a quien le había perdido completamente el rastro, alguien que también solía sentirse sapo de otro pozo y con quien de hecho compartimos una divertida época de conservatorio y clases de teoría y solfeo (lo cual me recordó indefectiblemente aquella etapa de mi vida en que conocí a mi primer gran amor). Otra fue volver a pisar nuestras aulas, sentarnos en nuestros bancos, recorrer pasillos y escaleras, acciones todas que despertaban infinidad de recuerdos.
Asistir a esa reunión de egresados no me daba lo mismo, pese a cualquier cosa, quería ir. En algún lado sabía con qué iba a tener que enfrentarme. Mi pasado, mi nostalgia, mi presente, mi propia persona, mis antiguas dudas, mis miedos, mis fastidios... Me vi en el pasado y en la actualidad, incluso casi arriesgo que en el futuro. Me vi más diferente a ellos y no tan diferente de mí.
Muchas cosas quedan flotando a nivel interno, me resulta casi imposible trasmitirlas, pero mi sensación general es de satisfacción: me alegro de haber elegido lo que elegí, me siento bien siendo quien soy, más allá de todas las locuras y cuestiones que hacen a mi caracter personal.
Podría seguir escribiendo reflexiones y emociones al respecto, pero no creo que les interese verdaderamente. Tenía ganas de dedicarle unas líneas al tema y me parece que ya fue más que suficiente. El resto, si no se ofenden, me lo quedo para mí y las noches de insomnio.

14 Comments:

At 15/11/06 16:34, Anonymous Anónimo said...

¿y qué porcentaje estudió lo que le gustaba?

 
At 15/11/06 17:16, Anonymous Anónimo said...

A quién le interesa lo que uno escribe, primordialmente a uno mismo. Es bueno salir a ver y comparar precios y notar que que la mercancia, esa mercancia que uno encuentra en los anaqueles de uno mismo, está en buen estado. Reencontrarse con otros para encontrarse a uno mismo. Escribí demasiado, ya me perdí.

 
At 15/11/06 20:06, Blogger microcosmos said...

creo que (disculpas si te ofende la asociasión) nunca mejor firmado un relato de esta naturaleza por alguien llamado Carpe Diem.
saludos.

 
At 15/11/06 23:52, Blogger Carpe diem said...

Analía: Me pregunté lo mismo y no pude responderme. Hay personas que disimulan muy bien; parecían bastante conformes.

Ary: Tiene su encanto encontrarse y perderse en las propias palabras propias. Reencontrarse y reconocerse es también saber perderse.

Microcosmos: En nada me ofende, más bien me halaga. Saludos a usted también.

Al brazo

C.

 
At 16/11/06 00:01, Blogger Cuni said...

Qué bueno es parecese a uno mismo, ése es el mayor desafío, el camino más difícil. Brindo por ti. Saludos

 
At 16/11/06 01:35, Anonymous Anónimo said...

Yo siempre me sentí sapo de otro pozo...
Dígame una cosa... ¿ es músico , usted? No sabe la sonrisa de oreja a oreja que poseo en estos momentos...
Con lo de los porcentajes en mi historial de compañeros de la secundaria... yo tambien poseo abogados, médicos, amas de casa,Docentes y músicos... jeje mmm, para qué me servirán, aún no lo sé...

Pero, a casi ninguno veo últimamente.. (shh , por suerte...)

Un abrazo, desde las mismas calles, según parece.

Polaroid.-

 
At 16/11/06 15:20, Blogger Tomás Grounauer said...

Un ex-compañero mío es un groso en serio en lo que hace.

 
At 16/11/06 16:16, Anonymous Anónimo said...

¡Qué lindo momento! ¿No es reconfortante hacer un alto de vez en cuando y mirar hacia atrás para ver qué largo y qué rico es el camino que se ha recorrido? There are places I'll remember all my life...

 
At 16/11/06 22:34, Blogger Carpe diem said...

Cuni: Salud! :)

Polaroid: Tuve mi época musical (aún la llevo en un rincón del corazón), pero llegó un momento en que no podía con las dos cosas y ganaron las Letras. Mi saludo también para usted, ya nos cruzaremos por allí ;)

Cerebro BigMac: Me alegro por él y por vos, no deja de ser un lindo pequeño orgullo saberse compañero de un grande.

Lucy in the sky: Sí, lo es. Lo que no es fácil es lidiar con el alud de recuerdos, especialmente si se tiene un caracter melancólico. Pero lo que no nos mata nos fortalece, ¿no?

Al brazo

C.

Me despido con la canción que me quedé tarareando casi inconscientemente después de escribir el título del post. Calamaro, querido, te cedo el espacio:

Si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar,
no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.
Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después
algo se va a incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.

Aquello fue un gran punto de partida,
pero a la vez qué fácil se te olvida.
Diez años después quién puede volver atrás.
Estamos en la tierra cuatro días
y el cielo no me ofrece garantías:
diez años después mejor volver a empezar.

Si tu credulidad se deterioró en algún lugar,
no te olvides que soy testigo casual de tu soledad.

Si diez años después no estamos igual, qué le vas a hacer.
Otros diez años más y luego a empezar juntos otra vez.

Aquello fue una linda primavera
pero fue solamente la primera.
Diez años después el tiempo empieza a pesar.
Me quedan balas en la cartuchera
pero te guardo siempre la primera.
Diez años después mejor reír que llorar.

Una carta te di que nunca escribí, que nadie leyó.
Hoy, diez años después, todo sigue igual, nunca te llegó.
Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar.
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad.

La vida es una gran sala de espera,
la otra es una caja de madera.
Diez años después mejor dormir que soñar.
No se puede vivir de otra manera,
porque si no la gente no se entera.
Diez años después quién puede volver atrás.

Diez años después, mejor decir que callar.

 
At 17/11/06 09:58, Anonymous Anónimo said...

Carpe,
Creo entender de su melancolía y lo que ella puede llegar a mover internamente (aunque no soy experta).
Pero me alegra que a pesar de la mezcla de sensaciones, sentimientos y recuerdos; haya podido disfrutar el reencuentro.
[Entiendo eso de sentirse sapo de otro pozo, pero tiene sus cosas buenas y no lo cambiaria por nada]
Saludos!

 
At 19/11/06 23:40, Blogger Ariel said...

Ojala en 10 años pueda escribir un post asi, o no.

 
At 19/11/06 23:53, Blogger Carpe diem said...

Amy: Cada sapo con su pozo. Saludos.

Ariel: En 10 años nos contarás. Mucha suerte!

Al brazo

C.

 
At 27/11/06 03:18, Blogger Carolina Bravo said...

para las noches de insomnio...
en unas de esas, noches, leo esto. no se como llegue, se como me voy; pensando que elijo, sabiendo que hago rudio, me gusta.

 
At 27/11/06 21:54, Blogger Carpe diem said...

Las noches de insomnio son ideales para pensar en las elecciones de uno.
Gracias por pasar, vuelva cuando quiera.
Saludos.
C.

 

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