noviembre 13, 2006

Loser

Permítanme contarles la peculiar historia de un perdedor con todas las letras. Evitaré caer en detalles innecesarios (tales como aspecto físico, datos personales, cómo, cuándo y dónde que nos conocimos, etc.) y me limitaré a lo anecdótico.

Todo comenzó cuando se perdió en las drogas y en el alcohol. Fue así como perdió su trabajo, muchos amigos, dinero, objetos materiales y grandes oportunidades. Pero cuando se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo y la propia salud, las cosas cambiaron y perdió la adicción.
Y así empezó. Sucedió a partir de entonces que él se convirtió en un verdadero perdedor. Y lo que quiero decir es que él no perdía ya las llaves de su casa ni objeto alguno, sino cosas verdaderamente importantes. Lo curioso es que, pasados un par de días, tarde o temprano, recuperaba lo perdido para pasar automáticamente a perder algo nuevo.
Lo primero que perdió fue la voz, una tarde lluviosa de domingo en la cancha, y la recuperó a los 2 días... Nada del otro mundo si no fuera porque el día que la recobró perdió el oído, y así estuvo una semanita y media. Luego perdió el olfato (1 mes), el apetito (5 días), la vista (12 días), la paciencia (3 días, fue una de las experiencias más difíciles), la agilidad (20 días), las ganas (11 deprimentes días), etc. etc. etc.
Me explicó que ya se había acostumbrado a vivir así y que había entendido que de lo único que debía cuidarse —por muy paradójico que pudiera resultar— era de no perder su suerte, porque eso era lo que le permitía recuperar lo perdido. Convinimos en que era una suerte muy bizarra la suya, pero que su hipótesis parecía sustentable (aunque no terminó de convencerme).
Recuerdo que el 8 de noviembre de aquel año, el día que perdió el miedo (había perdido la confianza por casi 5 meses), conoció a una mujer hermosa; más tarde afirmaría que había perdido la razón a causa de ella, y lo que ocurrió después fue una sucesión de infortunios.
La mujer no mostraba interés alguno por él y eso desencadenó que perdiera la calma, la compostura... (y ahí empecé a dudar: cuando perdió la compostura no parecía haber recobrado la calma y siempre perdía de a una cosa a la vez).
En fin, enumerarles todas sus pérdidas los entristecería notablemente y casi que no es difícil imaginarlas (esperanza y todas las de esa índole), así que mejor voy cerrando la historia: sucedió finalmente que, a este hombre tan literal, aquella mujer le rompió el corazón y, como buen perdedor, perdió la vida. (Y yo me perdí el funeral, doblé mal en uno de los accesos y me perdí... ¿“Qué-she-le-va-shé”?).

13 Comments:

At 13/11/06 21:15, Blogger Cuni said...

Creo que el pobre hombre tenía tan mal tino que hasta perdió cosas después de muerto...se perdió tu presencia en su propio funeral! Saludos

 
At 13/11/06 21:21, Blogger wAtAsHi said...

A veces no hay peor ciego que el que no quiere ver ... pero creo que no podemos hacer nada. Solo depende de esas personas, esos "ciegos" que se den cuenta y abran los ojos.

Una lástima.

Salu2^^

 
At 13/11/06 23:42, Anonymous Anónimo said...

Uf... Yo, me la paso perdiendo cosas...
"Es de sueño y de polvo el destino de uno cómo yo perdido en pensamientos..."

un abrazo, sigo pasando...


Polaroid.-

 
At 14/11/06 06:42, Anonymous Anónimo said...

Venía leyendo pero me perdí.

Salu2!

 
At 14/11/06 07:16, Blogger Lunaria said...

Pues creo que si hubiera seguido una costumbre que hay por quí invoncando a San Cutufato, seguro que habría encontrado casi todo lo perdido.
Un abrazo.

 
At 14/11/06 17:09, Blogger Carpe diem said...

Cuni: Creo que lo mío fue inconsciente (y tampoco soy tan importante, che), pero terminó siendo para que no pierda la costumbre.

Watashi: “Living is easy with eyes closed / misunderstanding all you see” (The Beatles, 1967).

Polaroid: ¿Quién no pierde cosas en esta vida? Gracias por seguir pasando, no te me pierdas!

Ramiro: No me extraña en absoluto porque, de hecho, mientras lo escribía perdí el hilo más de una vez, así que lo sustituí por alambre y otras yerbas... quedó cualquier cosa, bah. Eso sí, el final no te lo podés perder: es cuando te topás con un link que dice “commentaria”.

Lunaria: San Cutufato! Mirá vos, no lo tenía a ése. ¿Qué hay que decirle para que venga a socorrernos? ¿Si perdés la vida te ayuda a encontrarla de nuevo? ¿O funciona sólo con cosas materiales? No quisiera perderme esa vital información por nada del mundo.

Al brazo :)

C.

 
At 14/11/06 18:09, Blogger Unknown said...

No hay nada que hacer, estamos perdidos!

 
At 14/11/06 19:23, Anonymous Anónimo said...

Excelente blog de punta a punta.

de letra a letra.

 
At 14/11/06 20:08, Blogger EnLaOscuridadDeLaNoche said...

Y mientras te leía perdí la noción del tiempo...

 
At 14/11/06 23:12, Blogger Carpe diem said...

Ary: Por lo que leí en tu blog, vos también mencionás el hecho de estar un poco perdido. Quizás sea hora de encontrarnos.

Lucien: Infinitas gracias por su halago, hoy es uno de esos días en que palabras como las suyas reconfortan un ego algo mustio (hace calor además).

En la oscuridad de la noche: Me diste unas ganas locas de perder la noción del tiempo en la oscuridad de la noche, y que la luz del alba me devuelva a la realidad (dudo que me devuelva el tiempo perdido).

Por un instante creí haber perdido la cabeza, pero me miré al espejo y allí estaba nomás (sobre mi cuello, en el espejo sólo estaba el reflejo, obvio).

Saludos, gente!

C.

 
At 15/11/06 22:55, Blogger Carpe diem said...

Se perdió y se la perdió, para (no) variar, bah.

 
At 16/11/06 00:07, Blogger 4_Personalidades said...

Estaba sin internet at home, así que me andaba perdiendo tus post. Por cierto, ultimamenet solo puedo leerte con voz de hombre, intento que tus palabras me suenen a mujer pero no puedo, se perdió el encanto??

 
At 16/11/06 00:20, Blogger Carpe diem said...

Jaja, casualmente “En la oscuridad de la noche” me hizo hace unos días un comentario similar en su blog. It's all in the mind, sólo de vos depende.
Saludos.
C.

 

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