Pichichus hambrientus
Muchas veces he escuchado el ferviente anhelo de mis amigos de que el Coyote pudiera comerse de una buena vez al Correcaminos. Siempre tengo 8 años en algún rincón de mi corazón y mi veta infantil me llevó a descubrir el video que les adjunto, una verdadera perlita, lo más cercano que la Warner Bros. estuvo de cumplir los sueños de más de uno. Os invito a hacer click y disfrutar de una pequeña regresión de 1 minuto y 40 segundos (Coyote catches Road Runner). Las caras del Coyote son extraordinarias y la música no se queda atrás.
Asimismo, vine a enterarme —ayer nomás— de la existencia de 10 reglas inamovibles a la hora de crear cada capítulo de este añejo dibujito animado, una suerte de filosofía ‘Road Runner’, a saber:
Nº 1: El Correcaminos no puede dañar al Coyote más que con su “beep-beep”.
Nº 2: Ninguna fuerza externa puede dañar al Coyote más que su ineptitud o la falla de algún producto ACME.
Nº 3: El Coyote podría detenerse en cualquier momento, si no fuera porque es un fanático.
Nº 4: Jamás diálogo alguno, excepto “beep-beep”.
Nº 5: El Correcaminos debe permanecer en el camino por el simple hecho de ser un “correcaminos”.
Nº 6: Toda acción debe estar confinada al ambiente natural de los dos protagonistas, es decir, el desierto del sudoeste norteamericano.
Nº 7: Toda herramienta, arma o artefacto mecánico debe provenir de la Corporación ACME.
Nº 8: Siempre que sea posible, hágase de la gravedad el peor enemigo del Coyote.
Nº 9: El Coyote es siempre más humillado que herido por sus fracasos.
Nº 10: La simpatía de la audiencia debe permanecer del lado del Coyote.
Dixit Carpe diem @ 15:43
7 commentaria
7 Comments:
¡Qué hallazgo increíble, esto es una joyita encontrada!
Me encantaron las dos cosas: el video y el decálogo.
Este pasa a ser de inmediato uno de mis posts favoritos leídos hasta el momento!
El tape tiene dos momentos extraordinarios, cuando el coyote vuelve a salir chiquito del tubo (gag keatoniano), la fanfarría cuando finalmente toca al correcaminos (nótese que jamás antes lo había siquiera rozado) y su cara cuando mira a cámara y saca los carteles.
Esto es buen material!
Esto es escencia de la escencia. O quizás alguna otra cosa, pero está bueno.
Es increíble el concenso del apoyo al Coyote, mientras que el público solía dividirse a la hora de elegir entre Tom y Jerry.
Y eso que Jerry solía pegarle duros golpes al gato. Aun así tenía sus seguidores.
El coyote es lo más. Siempre votaremos por su creatividad para romper las leyes de la física con tal de terminar aplastado por una roca.
Llegará el día en que comeremos sushi de correcaminos. Hay que ser pacientes.
Es, sencillamente, orgásmico!
Qué suerte que les haya gustado, gente! Para mí, no tenía desperdicio.
Sí, el Coyote es lo más, y la carita que pone al tiempo que se le caen los cubiertos es genial (además de cuando saca los carteles).
Otra de mis perdiciones son los temas musicales de mis dibujitos animados predilectos. No puedo dejar de transcribir ésta (agradezcan que por acá no les llega mi canto):
“Si estando en la carretera oyes un ‘beep-beep’, ten la seguridad que se trata de mí...
Y si intentas seguirme te va a anochecer, pues ni el feroz Coyote me puede comer.
Correcaminos, eres más veloz que un jet.
Pobre Coyote, ya no sabe ni qué hacer.
Tonto Coyote, tú lo vas a enloquecer, y en el desierto lo vas a matar de sed.
Miles de trampas te ha querido poner, pero en todas ellas ha de fallar.
Y ni a base de golpes quiere entender: si sigue con sus tontas trampas se va a matar.
Correcaminos, el Coyote te va a comer...”
Bip.
Publicar un comentario
<< Home