Otra pregunta
Esta semana se me ha nominado para formular la pregunta de Ukutemas, y debo admitir que no me resultó muy fácil, ya sea debido a falta de materia gris, ya sea a causa de escasez de tiempo ante actividades varias.
Sea como fuere, lo cierto es que, luego de pensar varias preguntas, me debatía entre 2 a la hora de decidir cuál era la que lanzaría al ciberespacio. Finalmente opté por aquella, y la otra quedó en el tintero (¿existirá un cibertintero?... no, ésa no era la pregunta, eso me lo pregunto yo ahora).
Intenté refrenar el impulso, pero la verdad es que ahora quisiera también tener alguna respuesta a mi otra pregunta. Así que, sin ánimos de ofender a nadie, ni mucho menos de robar ideas blogueriles, y a sabiendas de que mi blog ni a los tobillos le llega a aquél, dejo tímidamente me pregunta, quizás alguien tenga la amabilidad de contestarla.
¿(Cómo) te copia(ba)s en los exámenes?
Yo lo he hecho, debo confesarlo, especialmente en materias como Historia, Química y Geografía. Para Historia recuerdo imprimir, en tamaño fuente 7 u 8, unos resúmenes hechos por mí, unos suculentos machetitos que luego podían o no ser útiles. También recuerdo escribir sin tinta en la hoja, entre otras cosas, por ejemplo, las actividades agro-industriales propias de cada región de América, glorioso machete utilizable frente a las propias narices del profesor. Lo que hacía en Química ya era más grosero —por lo evidente—, así que no me jacto de ello y me lo guardo con vergüenza.
He visto cosas brillantes a la hora de poner el ingenio en eludir el estudio; asimismo, he visto cosas bochornosas y cómo varios compañeros fueron descubiertos in fragganti, con las consecuencias que ello acarrea. Porque todos sabemos que, éticamente hablando, copiarse NO es bueno y no hay nada mejor que GANARSE una buena nota... pero hasta Lisa Simpson lo hizo, che! (sí, es cierto, ella es vencida por el remordimiento y termina confesando que ha hecho trampa, digna discípula de Platón y ejemplo a imitar, pero bueno... en fin, sí, ok, no hay excusa, está mal... “padre, he pecado”).
14 Comments:
cuando compartíamos la misma profesora con el turno de la tarde, pedía el examen a algún conocido del curso de la tarde y memorizaba las respuestas (estupidismo, porque podría haber estudiado en ese tiempo que perdía memorizando diez respuestas).
En historia escribía mucho muy largo, cualquier guitarreada que sabía no iban a leer.
Cuando eso no funcionaba solía hacer el mismo tema que mi compañera de al lado.
También me escribía las formulas en la palma de la mano.
saludos.
La mía es mu clásica: en unas tiras oblongas de papel escribía el tema y con un ganchito "clip" lo enganchaba en el dobladillo del jumper (la escasa altura que me separa del piso siempre me obligó a hacerle dobladillo al jumper). Una vez sentada, doblaba el jumper y la tira oblonga quedaba lista para ser leída por mis ojitos revoloteantes. Y era cierto lo que decía mi profe de química: "Preparar un machete es la mejor forma de memorizar". Saludos
Oh, sí. Oh, sí. Y pensar que hay gente que se pierde tal aventura, que no experimentó esa adrenalina.
Honestamente (hablo de la primaria/secundaria, no de la universidad), nunca tuve problemas en los exámenes, en la mayoría ni estudiaba y obtenía calificaciones elevadas. Tenía el don de la retención, que, una vez terminada la escuela, misteriosamente, perdí. A veces perdía el tiempo armando los machetes ya que ni los usaba.
Pero veamos: machetes con letra diminuta, diminuta que hasta en alguna que otra ocasión, cuando la extensión de los temas lo ameritaba, han gozado de índice, y podían estar ubicados en algún bolsillo, en el doblez de la pollera, en la parte interna de las mangas del sweater o, si el profesor no era tan avispado, en la cartuchera; me he escrito la pierna; he abierto el libro o la carpeta en pleno examen; y, para mí la más graciosa, he escrito la silla del banco de adelante (contaba con que mi compañerito no colgara la mochila en su silla), no recurrí mucho a esta opción ya que mi miopía no ayudaba y, aparte, me tentaba y me empezaba a reir, lo cual era bastante sospechoso.
En la primaria, papelitos estratégicamente encajados en alguna rotura de la cartuchera. También algunas cosita escrita en la goma de borra (obvio, no más que una fórmula o algo así).
En la secundaria, ya era más caótico. El dobladillo del guardapolvo era una buena opción, y cuando no había habido tiempo de "preparar" la ayuda, la carpeta a mano y a arrancar las hojas...
Recuerdo que algunos de mis compañeros usaban el método de escribir con birome sin tinta en una hoja que luego ponían debajo de la del examen.
Siempre me interesó descubrir donde se escondían los machetes mis compañeritas de secundaria, pero nunca me dejaban.
Pues debo decir que, aunque hice muchas chuletas para otra gente (dada mi capacidad para escribir diminuto, pero claro), nunca copié... siempre pensé que podía sacarlo por mi misma y además siempre me ha perdido el ser legal...
En el secundario recuerdo que en latín siempre copiaba algunas conjugaciones verbales y algunas declinaciones en la goma de borrar. Otra tácita era con una aguja escribir sobre el plástico de la birome bic transparente.
En la universidad en un examen en el que tenía a mi hermana detrás mío, y no sabía como resolver un ejercicio que yo ya había temrinado, lo copié integramente en otra hoja de papel y como quien no quiere la cosa se lo pasé patrás.
En un examen tomé un mapa que tenía debajo del banco y me saqué una duda terrible que me estaba matando.
Verá que fue una cuestión de vida o muerte: era la duda o yo...
P.: Un “hurra” por la guitarreada, el poder de ‘sanata’ no lo tiene cualquiera y a veces puede resultar sumamente útil. Saludos.
Cuni: Ajáaaa, picarona, el viejo truco de los dobladillos... Y lo que te decía tu prof. de química es una gran verdad, a veces incluso pasaba que uno recordaba lo que escribió en el machete y no precisaba usarlo... Eso sí, si te descubrían un machete y ni siquiera lo habías usado, eso sí que era un ‘bajón’. Saludos.
Psicodélica star: Machetes con índice, ¡palabras mayores! Me cacho, qué dedicación... eso ya es demasiado para mí. ¿A ver esa piernita?... Y te imagino tentada en pleno examen... “¿De qué se ríe, señorita?”
Z...: Las fórmulas en la goma, el pupitre, los lápices, las biromes, las manos, las suelas de los zapatos... ah, qué tiempos aquellos... O tempora, o mores.
Ary: Hay gente que no sabe compartir, che, “qué le vamo' hashé”.
En la oscuridad de la noche: Todo un ejemplo, mis felicitaciones por su correctísimo proceder, por no caer como nosotros en la vil tentación. Realmente lo que usted ha hecho no es nada fácil. Clap-clap-clap.
Almendra: Lo de su calculadora científica me resulta un tanto críptico, pero reconozco que uno mismo se entiende las abreviaturas, y a veces una letra hace que recordemos un montón de cosas (más que machetes son ayuda-memoria).
Fodor Lobson: Síiii, ¡cómo olvidar las inscripciones en la birome! Pero... ¿cómo es eso de copiarse en Latín? Ah, no, caramba, eso sí que no se lo permito... bueno, sí, está bien, no me ofendo, pero sólo porque es buen hermano ;-)
¿...?: Conozco esas dudas fatales, existenciales casi, que lo llevan a uno al riesgo supremo de ser quizás descubierto en pleno cotejo... pero bueno, “el que no arriesga, no gana” (para seguir con la línea de coherentes incoherencias iniciado en el blog de Psicodélica).
Por lo visto, exceptuando a En la oscuridad de la noche, todos tenemos nuestro lado oscuro. Pero algunos recursos tienen su encanto, no me digan que no...
Al brazo (otro buen lugar para los machetitos o pequeñas anotaciones).
C.
Por supuesto!
Yo no me copiaba, por que cuando veia las respuestas de los demas me parecian equivocadas. Tan sabia yo no!!! Por algo seria que reprobe 2 anos del bachillerato....despues en la U la cosa fue a otro precio: me inventaba las respuestas y como estaban tan pero tan bien argumentadas que los profes me la pasaban por mi entusiamo por el idioma...debo decir que estudie periodismo ;)
Los periodistas deben dominar el arte del guitarreo, forma parte de su profesión, es un hecho.
Saludos :-)
C.
Trato de recordar, pero es inútil. Soy otra de esas bobas ultra legales que no se copió...
Sin embargo, tratando de recordar, me trajiste a la cabeza una situación que sufrí muchísimo: ya en la facu, yo solía estudiar preparándome resúmenes y, muchas veces, armando cuadritos como ayuda memoria. En general, cuando estaba en pleno examen, redactando la respuesta y se me olvidaba algo, recordaba el cuadrito y listo. Una vez, en Gráfico I (también yo soy periodista), durante el parcial no me acordaba de algo y me dispuse a recordar mi cuadro. Automáticamente lo empecé a escribir en el banco hasta que recordé cómo quería armar la respuesta. Seguí normalemente, finalicé el examen, lo entregué y me retiré. Al rato, el profesor (un agreta que laburaba en Telam) sale al pasillo con cara de enojado y me llama. El muy turro había ido hasta mi banco, vio el cuadro y me acusaba de haberme copiado. Yo intenté explicarle mi método de estudio, pero el muy cabrón no me creyó. De todas formas se la tuvo que comer, porque era un cuadrito apenas esbozado, ni siquiera estaba completo, así que tampoco podía decirme demasiado...
Lo peor de esto fue mi angustia en ese momento. Lo recuerdo y me vuelve!! Creo que mi cara de miedo y de terror frente a la posibilidad de que un profesor pensara que YO me copié, le debe haber bastado al tipo para creerme...
Sí, soy peor que Lisa Simpson!
:-(
Es feo cuando uno se porta TAN bien e igual sospechan de una conducta intachable, da bronca, lo sé, lo he vivido en otros ámbitos.
En fin, la vida es así de irónica.
Saludos.
C.
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