agosto 25, 2007

Yarîi-yoapî

Mi bisabuela ES lo más. Tiene 96 años y una inmensa sabiduría de la vida. Ella conoce los secretos de infinidad de plantas y yuyos, hace maestrías con hilo y lana y prepara el mejor mate cocido y dulce de guayaba que tomé y comí en mi vida, además de poseer un don en la cocina que, afortunadamente, mi abuela, mi tía abuela y mi madre han sabido hacer perdurar en la familia. Asimismo, tiene un excelente sentido del humor que, con una copitas de alcohol que mi tío eventualmente le sirve por diversión —y ella toma complacida—, la convierten en la alegría de la mesa.

Hasta donde conozco la historia —espero no estar desvirtúandola— a los 15 años se fue de su casa en el campo para vivir el romance que consideró digno de tal aventura. De aquel amor nacieron sus dos hijas y de aquel bisabuelo nunca supe demasiado –y algo me hizo intuir que era mejor no indagar mucho–, lo que sí sé es que se puso la familia al hombro, las crió sola y desde aquel entonces fue y es una de las personas más independientes que conocí en mi vida. Algo nada fácil en aquellos tiempos, ni en éstos.

Un reciente llamado telefónico informó que te estabas despidiendo, yarîi-yoapî (=bisabuela), y la noticia entristece... pero sé que nadie mejor que vos misma, en tu intacta lucidez, es capaz de saber si realmente es momento de despedidas o no. Ninguna enfermedad te aqueja, de hecho, el estado de tu salud siempre fue —y aún es— motivo de admiración en la familia; sólo son los años los que parecen finalmente estar pesando.
Es por eso que hoy, con todo mi amor, te dedico este post en el que tengo la fortuna de estar descibiéndote en PRESENTE, y te escribo a vos, que estás a kilómetros de distancia, pero estás ahí, acompañada y querida por tus hijas y nietos.
Pienso en vos y recuerdo cómo, cada vez que voy a visitarte, me abrazás bien fuerte y me das muchos besos y me decís un montón de cosas en tu idioma, a lo que mi tía abuela siempre te interrumpe diciendo: “no te entiende, mamita”... y vos seguís, porque sabés que sí te entiendo, y que quizás no pueda hacer una traducción palabra por palabra, pero sé muy bien qué es lo que me estás diciendo, y yo también te quiero y me alegro de que estés contenta de verme y que siempre reces por mí y me sonrías y me mires con cariño.
Cuando tengo que irme, el ritual es muy similar, por lo que si hoy por hoy tuviéramos que despedirnos, te diría nuevamente que te quiero mucho y me despediría con un beso pensando si acaso ésa fuera la última vez que nos viéramos. Porque siempre lo pensamos, porque somos muy conscientes de que nada es eterno en este mundo y que hay que aprovechar cada día de nuestras vidas.
Te agradezco por cada momento compartido y por todos los recuerdos que dejaste en mí para que, cuando decidas partir, pueda evocarte con ternura y llevarte siempre conmigo en mis pensamientos.

Rohayhu eterei.

9 Comments:

At 26/8/07 15:13, Blogger EnLaOscuridadDeLaNoche said...

Seguro que ella estaría encantada de leer lo que dices...
Bonita dedicatoria.
Un abrazo muy fuerte.

 
At 27/8/07 09:18, Blogger FL said...

Interesante la bisabuela, qué alegría por vivir, y qué entereza para despedirse.
Y bravo por Ud. que la recuerda en vida.

 
At 27/8/07 11:45, Blogger Psicodélica star said...

Coincido con elodln, seguro que estaría encantada de leer lo que escribiste.

Beso grande

 
At 27/8/07 12:13, Blogger Unknown said...

Nada se pierde todo se transforma...

Yarîi-yoapî ¿Qué idioma es ese?

 
At 27/8/07 16:03, Blogger Clara Beter said...

Vuelve cada tanto en sueños mi bisabuela. A mi me llevaban a andar en patines a su vereda y a correr por ese zaguán de su casa antigua y enorme de patio con aljibe. Marina se llamaba. Parece que todas tienen dotes culinarias y llevan adelante familias (11 hijos). Son lo más. Son lo más. En presente.

 
At 27/8/07 19:29, Blogger Begonia Loverraine. said...

Debe hacerte sentir re lindo tener a una bisabuela o incluso a una abuela que te abrace y te quiera así. Siempre pensé que me hubiera gustado tener ese tesoro que muchos chicos y chicas tienen de crecer junto o cerca de sus abuelos e incluso bisabuelos. De toda mi familia solo pude tener real contacto con una abuela que encima vivía en Córdoba. Y yo había cumplido 13 años cuando la ví por ultima vez. Eso fue hace ya mucho.
Ojalá ella sepa que aun la extraño y quiero. De verdad me alegro mucho por vos de que tengas a tu bisabuela y que ambas sepan en todas las formas cuánto se quieren. Sé que sabés que es un tesoro que no todos tienen. Te mando un abrazo enorme C. Y gracias por compartirnos a tu bisabuela qué se jugó como tantas mujeres de ahora nos jugamos a la hora del amor y nos cargamos al hombro el corazón pesado. Beso.
Bego.

 
At 3/9/07 23:05, Blogger Carpe diem said...

En la oscuridad de la noche: Gracias! Y sí, le leyeron lo que le escribí y se puso muy contenta.

Fodor Lobson: Una grande, sin dudas... ahora, lo de la despedida parece que fue para ver si estábamos atentos nomás; o quizás para entrenarnos, no sé, pero está mejor... nunca deja de sorprendernos.

P.S.: 'Tons te digo lo mismo que a elodln. Beso más grande.

Ary: Todo se transforma, oh sí. Y ese idioma es guaraní, una lengua que se las trae, en especial cuando de escribir se trata, porque no es fácil escribir con la lengua (cuak!).

Clarividencia: Ah, qué recuerdos! La anterior casa de mi bisabuela tenía una especie de colina, ideal para lanzarse con trineos improvisados que armábamos con mi hermano mientras esperábamos que nos preparara algo rico para comer. Si lo pienso puedo sentir la brisa en mi cara y escuchar la risa de mi hermano a mi lado.

Begonia: De nada, y gracias a vos también por tus palabras. Saludos.

Al brazo, gente, y saludos de mi bisabuela, que ya se subió a su silla de ruedas y fue a echarle una mirada a sus plantas, según me cuentan :-)

C.

 
At 16/9/07 18:39, Blogger Carpe diem said...

Y hoy cumpliste y celebraste 97 años, já.

FELIZ CUMPLEAÑOS, BISABUELITA!

Te quiero mucho y me alegro de que estés bien nuevamente.

C.

 
At 18/8/10 08:56, Blogger Carpe diem said...

Finalmente fue el 31 de julio del 2010 cuando decidiste dejar de una buena vez ese cuerpito que se bancó 99 pirulos.

En París me enteré de tu partida, y a miles de kilómetros de distancia te besé en el aire y te sonreí con cariño.

Rohayhu eterei.

C.

 

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