diciembre 31, 2010

MMX / MMXI

Es menester dedicarte al menos unas palabras previo a tu partida, 2010, no hacerlo implicaría para mí transitar con cierta incomodidad ese invisible puente temporal que va hacia el 2011, y la verdad es que quiero atravesar el tiempo con soltura.

Así que abro la puerta de esta habitación descuidada, sacudo el polvo del escritorio y te despido en letras improvisadas, descuidadas y hasta un poco despeinadas. Sé que eso no habrá de importarte y que más bien habrás de irte con una sonrisa plena por haber logrado encender nuevamente de-escribir-el-deseo.

Enero no fue fácil, febrero fue taciturno, marzo fue evasión de realidad, abril fue hastío, mayo desprendimiento y junio el verdadero comienzo. Desde entonces sólo recuerdo cosas buenas, personas increíbles que (re)aparecieron en mi vida y un viento favorable para cada paso incierto y ya despreocupado que terminó guiándome hasta este 31 de diciembre.

Acaso por haber ido de un polo a otro es que despido hoy uno de los años más plenos que mi vida recuerde. Y en una suerte de estado de euforia espiritual/mental, lágrima y risa asoman a la par y vuelvo a (re)vivir por un instante esta gloriosa sensación de sentirse viviendo (en el año 2010, rumbo al año 2011).

diciembre 08, 2010

Raising the spirit of Peace and Love