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Cerrando ciclos

A ver, ¿por dónde empezar?... Bueno, primero “hola”, gracias por pasar... pero vení, tomá asiento por favor, porque quizás esto sea más largo que de costumbre. ¿Te sirvo algo? ¿Cómo estás vos? ¿Todo bien?

Por mi parte, he de decirte que estoy transitando una etapa un tanto particular en mi vida; no en vano dije para mi cumpleaños (no sé si lo recordarás) que sentía que los 28 me deparaban cosas importantes, y es un hecho. Bien, esto por un lado, con la consecuente necesidad de tener que plantearme un montón de cuestiones a fin de ir organizando mis próximos pasos.

Porque la verdad es que estoy cerrando una serie de ciclos de mi vida. Hay actividades, ámbitos e incluso personas que, o ya han terminado, o están terminando, o terminarán muy pronto su paso y permanencia en mi cotidianeidad, lo cual me genera en algunos casos alegría, en otros tristeza, en unos alivio, en algunos incertidumbre, entre tantas otras posibles del cúmulo de sensaciones. Lo cierto, además, es que algunas de estas cuestiones vienen de hace rato y, por lo tanto, ya me hartaron un poco, me han realmente saturado (de allí mi post anterior, por ejemplo).

Aquello, sumado a un fuerte alud de trabajo y obligaciones, hacen que hoy por hoy sienta un profundo cansancio y/o desgano por y hacia varias cosas, y eso conforma el otro lado, con la consecuente necesidad de explicarte mis próximos pasos.

Mi cansancio y falta de tiempo están redundando de alguna forma en este lugar al que venís cada tanto, ya que no estoy posteando ni comentando como quisiera. Esto ya me pasó en otra oportunidad y entonces pedí simplemente que se me disculpara por la escasez (si bien nadie me exigía una frecuencia o calidad de posteo ni nada por el estilo). Pero ahora me está pasando algo distinto, y creo que tiene relación con aquello que decía de los ciclos.

Yo necesité, en julio de 2006, “a place to hideaway”; y más allá de mi voluntad de retomar la escritura, tenía también otras razones de fondo que me impulsaron a crear este espacio. De repente me doy cuenta de que esas otras razones ya no existen y eso me lleva a plantearme entonces, cuando noto que coincide con mi poco entusiasmo por postear, si acaso este blog no estará cumpliendo también su ciclo. No lo sé muy bien, es una sensación rara y lo sigo pensando. Lo que sí sé es que con esta entrada estoy marcando un punto de inflexión, que hay cosas que están cambiando en mi entorno y que elijo colgar los botines por un tiempo.

Si solés leerme, bien sabrás ya que soy alguien por momentos excesivamente racional y que, como tal, soy de tener “estructuradas estructuras” (como con ternura me dice Psicodélica Star). Como el tema de los ciclos conlleva estructuras que me gusta respetar, así como el 16 de julio publiqué mi primera tímida entrada, me propongo volver el 16 de julio de este año para cerrar el círculo (en mi tonta mentalidad esquemática considero esto lo más adecuado y perfecto).

Cuando digo esto, aunque sí es una posibilidad, no te estoy diciendo necesariamente “adiós”, pues que un ciclo se cierre no significa que otro no pueda comenzar, ya sea aquí mismo, ya sea en otra parte. Lo que estoy diciendo es que siento que, para volver a escribir aquí con ganas, necesito tener mis propias nuevas buenas razones.

Supongo que igual me seguirás viendo comentar por aquí y por allí en los blogs amigos, pero —tras el aviso que pondré a continuación de esto— no volveré hasta mediados de julio (si Zeus así lo quiere y no me cayó un piano en la cabeza ni el destino hizo de sus jugarretas). Para entonces, conociéndome como me conozco, habré decidido finalmente si clickear “suprimir” o “publicar entrada” (se abren las apuestas). Mil gracias por leerme, che, y ojalá te vaya bien con todas tus cosas. Ha sido un enorme placer.

Al brazo,

Carpe Diem

El orden altera el producto

Estoy O.K. ≠ Estoy K.O.

O incluso “en espejo”:

Estoy O.K. ≠ K.O. yo t sé

By Psicodélica Star

Cuando septiembre recién comenzaba, inesperadamente, me escribió.
A medida que pasaban los días ese algo en el aire se intensificaba.
Resultábame extraño sentirme cada vez más atraída a ese juego.
Pero perseveramos y triunfamos.
Ese algo, hoy, tiene nombre.

Dichoso el día en el que el destino intervino.
Inmensa la alegría que me invade cada vez que me abraza o me besa.
Exquisita mezcla de humor, placer, confianza y camaradería.
Mi amor, hacía tiempo que no me sentía así.

Brevitas

Cuanto más breve es el post...

Error de cálculo

S brvrd mp ,otp rñ yrvñsfp vismfp rdvtonp. u rmypmvrd ,r `sdsm vpdsd vp,p çrdys-

No, no perdí la última tuerca que me quedaba ni dejó de llegarme agua al tanque ni blablabla (pongan la metáfora de chapitismo que más les plazca).

¿Ya descifraron lo que dice arriba? ¿Acaso a ustedes nunca les pasó? Mmmh, algo me dice que probablemente no. Pero bueno, a mí sí, no necesariamente con mucha frecuencia, pero sí de tanto en tanto.

Dsñifpd. hrmyr-

Escondidas

¡Piedra libre para vos que te asomaste a pispear mi blog!

Y ya que llegaste hasta acá, comparto contigo mi cavilación del día (filosofía barata, de super oferta, de outlet): ¿Por qué cornos decimos piedra libre al jugar a las escondidas, ya sea cuando encontramos a alguien, ya sea cuando nos hemos “salvado” y llegamos a tocar la “base”? ¿De dónde proviene semejante frase cristalizada (o mejor dicho, fosilizada)?

Seguro que hay una buena razón oculta tras la roca... y así con tantos otros juegos infantiles que, si uno los analiza seriamente, queda claro que vienen de los tiempos de ñaupa (y a todo esto, ¿de dónde viene el vocablo “ñaupa”?).

Oh, sí... todo tiene su respectiva explicación, ya anduve investigando y seguiré haciéndolo. Sólo quería mostrarte la clase de cosas ‘importantes’ que pasan por mi cabeza cuando tengo 2 minutos libres... y así se encadenan, y cuando hago 3 seguidas me acuerdo indefectiblemente del sketch de Les Luthiers de la Gallina dijo Eureka, me río (de mí, principalmente), y tarde o temprano vuelvo a empezar.