Words are flying out like endless rain into a paper cup,
they slither while they pass, they slip away across the universe,
pools of sorrow, waves of joy are drifting thorough my open mind,
possessing and caressing me.
JAI GURU DEVA OM
Nothing's gonna change my world...
Nunca termino de responderme del todo por qué (y dudo que pueda hacerlo aquí), pero sé que si hay un mes que me gusta, pues ése es octubre. Entre los esbozos de razones que puedo balbucear, alego que el número 8 me puede (y todos los chistes que puedan hacerse al respecto me resbalan, balan, balan).
“Che, Carpe, estás meando (otra vez) fuera del tarro...” —podrá quizás decirme alguien— “¿Qué ocho ni qué ocho cuartos (ni qué 2 enteros o cualquier otra posible fracción, como disertara otrora Ramiro)?”
Si te sale algún comentario similar, es que no leíste un viejo post mío titulado “Diciembre”, o bien no lo recordás, y eso ya puede ser más grave si de cuestionar a tu memoria se trata. Por consiguiente, no voy a detallar nuevamente el asunto y me limitaré a continuar con el razonamiento inicial sabiendo que con ese link podrás quitarte la duda.
En octubre comienza a cambiar el aire, la primavera realmente se empieza a sentir y me da la sensación de que verdaderamente se inicia un nuevo ciclo. Si yo fuera Julio César, haría que el año empezara en octubre (y que el latín vuelva a ser la lengua oficial). Pero bueno, ya estoy escribiendo idioteces... yo avisé que era un balbuceo de razones, aunque mejor hubiera sido la palabra ‘divague’.
Hoy llueve a cántaros (expresión que me gusta tanto como octubre) y pienso que nada mejor para empezar un ciclo que una buena limpieza... por eso ayer limpié mi pieza y mi cabeza (así además rimaba), ya era hora.
La grata visita de Cerebro tuvo a bien interrumpir la polvareda que estaba levantando, así que medio que quedé a mitad de camino (medio+mitad= ¿terminé o hice sólo 1/4?); por lo tanto, hoy debo continuar y muy probablemente algún que otro día más.
Quizás, en una de esas, termine junto con la lluvia y octubre me guiñe un ojo... “¿No ves que va la luna rodando por Callao? Que un corso de astronautas y niños, con un vals, me baila alrededor... Bailá, vení, ¡volá!”
Ejem, piré. En fin, feliz octubre para vos también.