octubre 30, 2006

Una cuestión lingüística

Intento que no se me note, mas llega un punto en que se hace imposible. Me están pasando cosas bastante atípicas y ésta es sólo una de ellas. Esto último comenzó este fin de semana —exactamente el sábado— y es la causa de que no haya posteado nada hasta hoy.
Ella es la culpable. Ella se la llevó consigo hasta el domingo que viene. Y entonces yo me quedé sin un elemento casi vital de la comunicación española. No hay vuelta lingüística que me salve, todo tiene su límite. No puedo sin la ee, la necesito indefectiblemente en infinitivos al menos, y sin ella no voy a ningún lado.

Mantene un diálogo común y coiente con ota pesona está fuea de mis alcances. Clao, paezco idiota y me da mucha vegüenza. Si no me ceen, lean en voz alta este texto y me compendeán.
No, no se tata sólo de un poblema de ponunciación, lo que pasó es que ella me la boó del ceebo y dejó allí un hueco. Soy consciente de que falta, peo no tengo a mi disposición la heamienta que se pecisa paa usala.
En el teclado no la veo, leela no puedo, tampoco escibila y decila menos que menos. Lo peo de todo es que la escucho, peo no po eso puedo epoducila. Un hoo!!!
Sin embago, hay un lado gacioso: ella ahoa tiene todo el tiempo dos. Y si quiee deci el advesativo “peo” (mas), po ejemplo, temina diciendo “peo” (es deci: “can”, el animal que lada, en fin, ustedes sabán compende).
Yo de última puedo ecui al uso de apóstofes o guiones cuando veo que no se entiende nada (ej: ecui = _ecu__i_) y mal que mal se me podá lee. Peo ella, jajaja, coiendo, desespeada va a veni a devolvémela.
Eso sí, en el póximo intecambio lingüístico que tengamos tendé más cuidado, cietamente.

octubre 27, 2006

We're playing those mind games together

Yeah we're playing those mind games forever
Projecting our images in space and in time
‘Yes’ is the answer and you know that for sure
‘Yes’ is surrender, you got to let it, you got to let it go.

Descubrí un Aleph en el que puedo sumergirme y nadar eternidades en un espacio sin tiempo donde las palabras fluyen tan naturalmente que no precisan decirse.
Una mirada —o bien una frase o apenas un sonido, entre otras posibilidades— es capaz de abrir las puertas de la mente y, al mismo tiempo, colocarnos frente a un abismo insondable, matemáticamente infinito y filosóficamente inefable.
Si me entendés, es que también sos capaz de jugar este juego de-mente, ya sea conmigo, ya sea con quien te haga sentir más a gusto.

octubre 25, 2006

Palabras raras

No, no estaba loco. Vivía sumido en una nube de ensueño y a través de estos ojos la realidad distaba demasiado de lo que cualquiera consideraría normal.
Poco sencilla es la vida de una persona que sabe muy bien que sus pensamientos son considerados delirios alarmantes y sus visiones, increíbles alucinaciones y nunca nada más.


Un memento, señor Almadía... Muchas feces ya le he preguntado qué son esos alfeneques promontorios de vuestro relox...

Atónito, el pobre vecino ya no tenía otra reacción más que ésa frente semejante palabrerío extraño. Al principio sonreía, tomándolo todo por broma; pasado un tiempo huía; luego escuchaba anonadado.
Por algún motivo Almadía llegó a creer que detrás de esa maraña de vocablos bizarros se escondía algún tipo de verdad que escapaba a su razón. A veces parecía vislumbrar algo y prestaba mayor atención.


En el batel de la inconstancia no podrá hallar jamás nada que se parezca a ese belvedere misterioso que baña sus noches de insomnio, mi amigo.

Había algo, sí. Y Almadía entendía que se le estaba diciendo no una macana, sino algo serio, ¡pero tan tergiversado! Era cuestión de descifrar el código. Para lograr su cometido comenzó a indagar a los demás vecinos, quizás algún otro ya había descubierto la clave y todo le resultaría más fácil... pero no. A nadie le había interesado desovillar aquello.
En determinadas ocasiones era posible saber a qué hacía referencia tal o cual palabra, pero al final de cuentas siempre eran más las oportunidades en las que lo dicho sólo podía calificarse como terriblemente vago.


Mágicas pilmamas adornan los secretos pasajes de lo infinito y lo cósmico con mil chunches de colores que hacen brotar cotaras de energía, no es tan complicado verlas.

Vale destacar que todas estas cosas se decían en circunstancias en las que Almadía o cualquier otro no hacía a tiempo a reaccionar: cruces en las puertas, viajes en ascensor, reuniones de consorcio. Eran sorpresivas y fugaces.
Por otra parte, tampoco es que hablara siempre así, se podía tener una charla seria. Eso sí, no estaba permitido hacer alusión alguna a esa suerte de ataques místicos —por llamarlos de algún modo—, porque llegado el caso se daría un vuelco de la seriedad a lo estrambótico.


Quería llegar al paraíso más godible, y en el Edén no hay más propinca que la desnudez y la inconsciencia.

Finalmente era Almadía quien se estaba volviendo loco, dándole mil vueltas a expresiones que no pretendían un análisis. Para salvar su cordura, desistió por completo y se unió al grupo de los oídos sordos.


Frecuentemente y en vano se intenta buscar el sentido de cada cosa. No digo que no debe hacerse nunca, pero tampoco siempre. Hay sentimientos que no tienen palabras para ser expresados, como palabras que no hacen más que expresar sentimientos, sin razón y sin razones. Seamos capaces de no sólo comprender las palabras, sino también de saber cuándo sentirlas sin más, perdiendo la razón, y sin necesidad de estar locos.

C.
20/05/2000

octubre 24, 2006

Una escapada

No sé por tu-allá, pero por mi-acá está haciendo bastante calor hoy (34ºC) para ser un día de primavera. Afortunadamente no soy de sufrirlo demasiado, sin embargo, nunca deja de ser una buena excusa para quejarse un poco y desear estar cerca del agua.
Así que, gente, los invito a darnos una escapada, ya que después parece que se viene la lluvia. Nos vemos en la foto para el atardecer, ¿dale? Lleven lo que quieran, aunque lo más importante ya está dispuesto, sólo faltamos nosotros...

octubre 22, 2006

In my life

La nostalgia será mi ruina, lo sé, pero ya poco me importa; transito consciente el camino hacia esas imágenes evanescentes que quedaron grabadas en mi alma soñadora.
Hace tres años, exactamente un 22 de octubre, se resquebrajaba silenciosamente mi vida escindiendo lo que hoy veo con nitidez: un antes y un después de vos.
Aquel día irrumpiste sin querer en mi cotidianeidad, tras ese misterioso click que me llevó a saludarte luego de mucho tiempo sin cruzar palabras por este mundo cibernético que nos unió y de alguna forma lo sigue haciendo. Desde entonces sólo quise acercarme, comunicarme, intentar demostrarte, de alguna forma, que no podía ni puedo dejar de pensarte.
El entorno era un caos: tu relación, la mía, las rupturas, la ansiedad, las dudas, los miedos, todo mezclado con esa sensación de vértigo y locura que padecí cuando me miraste fijo a los ojos ese instante que duró una vida suspendido en el éter y se me hizo un nudo la garganta. Entendí que serías mi perdición, ya desde aquel encuentro y esa noche de eclipse y lluvia. Esa mirada tuya fue una de las cosas más intensas que sentí en mis 27 bizarros años, y lo único capaz de vencerla es el recuerdo imborrable de vos y yo besándonos, haciendo el amor.
Atravesaste mi corazón —ése que paradójicamente vos, justo vos, considerás acorazado e impenetrable— dejando una huella tan profunda como el amor que aún sigo sintiendo por vos, aunque ya no me ames, aunque continúe mi vida y crea, no obstante, que puedo volver a enamorarme otra vez así.
Amo nuestra historia pese a toda la melancolía que conlleve, porque mientras respire estarás conmigo, recordándome que soy vulnerable, que el amor existe y que puede sorprendernos en cualquier momento. Espero que para entonces hayamos aprendido de los errores propios y ajenos y que podamos verdaderamente ser felices, estés donde estés vos, esté donde esté yo.

C.
In my life, I love you more

octubre 20, 2006

¿Qué?... Modulá, C.

El último post de Tomás (véase Cerebro Magnético), en el que publicita la varieté en la cual participa (y yo humildemente recomiendo), me hizo recordar uno de esos pequeños detalles de mi persona: cuando me relajo y estoy en confianza, con verdaderos amigos, familiares cercanos o gente que me cae bien, tiendo a distender mi modulación notablemente.
Al principio esta gente cree estar teniendo un problema auditivo, pero luego se percatan de que soy yo quien baja el volumen de la voz. La siguiente instancia es en la cual, ya sea por ir adivinándome o por ir conociéndome las mañas, va quedando atrás el tener que repetir una misma oración 2 ó 3 veces para que mi interlocutor termine de armar la frase que le estoy diciendo. Y así hasta encontrar el punto justo en que todos nos entendemos sin mayores esfuerzos.
Pero tergiversaciones ha habido y habrá siempre, sea porque yo module mal o porque el otro no escuche bien... y a veces se dan ciertos diálogos que no pueden menos que hacernos reír.
Así, pasándole la dirección del Teatro a quien me acompañara el viernes pasado a ver el show en cuestión, le dije por teléfono:
—Es “Vera 108” (ciento ocho).
—¿Qué? ¿Asiento 8?

Y así de sencillas y sutiles tengo una colección de instancias dialógicas fuera de toda lógica (¿cómo sería la vida sin ellas?). La más absurda creo que sigue siendo la sostenida con Tomás mientras mirábamos películas a alquilar en un video club, le pregunté:
—¿Viste “Escrito en el cuerpo”?
—¿Cuál? ¿“Titanic 4”?— me preguntó extrañado. Mi carcajada le confirmó su leve sospecha: la comunicación estaba fallando.

octubre 18, 2006

SEPARABIEN!

No recuerdo cómo fue, pero un día descubrí que Miguel tenía problemas para separar y acentuar correctamente las palabras si uno se las escribía todas juntas y en imprenta.
Sabrán ustedes que hay combinaciones de letras que dan pie a diferentes lecturas según cómo se las agrupe, y él siempre tendía naturalmente hacia una interpretación sexual. “La idea fifa”, que le dicen vulgarmente (no, no me refiero al fútbol, otros que “la idea Fifa”).

Una vez descubierta su dificultad/cualidad, para entretenimiento del público que no tenía nada mejor que hacer, siempre había un grupo de graciosos que le acercaba notas con inscripciones como ésta, o mejores:

PORNOGENERARMASTURBACIONACABORAPIDO

Y él leía de buenas a primeras: “Porno generar masturbación, acabo rápido”.

—No, no, separá bien, Miguelito: “Por no generar más turbación, acabó rápido” — corregía jocosamente alguien.

Sí, es cierto, se enunciaban cosas divertidas, pero siempre me pareció que los de la idea fifa eran más bien los que se rompían el cerebro por construir esas frases ambivalentes antes que el pobre Miguelito, que seguía fielmente sus instintos.

octubre 16, 2006

Cuestión de género

3 meses de blog celebro hoy con entusiasta satisfacción. Aquel 16 de julio en que di los clicks necesarios no imaginé lo que depararía este mundo, apenas lo conocía y yo sólo precisaba imperiosamente escribir. Según la información de mi perfil, casi 700 personas tuvieron la amabilidad de echar una ojeada a alguno de mis escritos, y eso es, sin dudas, mucho más de lo que yo esperaba. Al encantador grupo que me lee y/o comenta con frecuencia, mi más profundo agradecimiento por estar ahí.

Quisiera en esta oportunidad hacer referencia a una cuestión acerca de la cual algunos ya se percataron y otros ni siquiera vislumbraron. Sí, es algo muy tonto si se quiere, pero para mí tiene relación con la creación de este blog y por eso lo voy a mencionar en esta única oportunidad:

Escribo intencionalmente sin marca de género. Podrás releer todos mis post y comentarios y, de parte mía, no hallarás en la escritura algo que te dé lingüísticamente la pauta de masculino/femenino a aplicar al narrador. Es así como para algunos lectores yo soy hombre y para otros, mujer. Es así como para unos soy ‘hetero’ y para otros, ‘homo’, ‘trans’ o ‘bisexual’. Sólo quienes me conocen en la vida real no tienen la oportunidad de abstraerse de ello y de entrada me leyeron sin titubeo genérico.
No es mi idea confundir a los lectores ni generar misterio ni ocultar algo (de hecho, pueden dilucidar el tema con sólo leer con atención), es tan sólo que, cuando abrí el blog y me dieron la opción de agregar a mi perfil el dato ‘male/female’, me pregunté: “¿Es realmente un dato relevante para quien lee saber el sexo del autor?”
El idioma español da la posibilidad de hablar en forma neutra, entonces, en lugar de decir ‘estoy cansad@’ (o utilizar el símbolo éste como comodín), opté por enriquecer mi propia escritura con giros lingüísticos que me sacaran de las expresiones comunes; y así llego a perífrasis del tipo: ‘siento cansancio’ o cosas por el estilo que tornan mi prosa incluso un poco más bizarra que lo usual.
Digamos que es una suerte de experimento escritural, pero no reniego de mi sexo, a lo sumo puedo estar en contra de ciertas convenciones sociales que le otorgan a cada género un rol determinado... pero ése ya es otro tema y allí hay mucha tela para cortar, así que mejor me despido acá. Hasta la próxima, gente. Mis respetuosos saludos.
Carpe Diem

octubre 13, 2006

Acuerdo tácito

Si yo voy caminando por la calle y lo veo venir hacia mí, es justamente entonces cuando empiezo a buscar ese invisible objeto en el inexistente bolsillo interior de mi traje, o cuando debo doblar en otra dirección, o cuando me intriga ver cuán nublado está o si en el 8º piso de aquel edificio hay un perro. También en esas ocasiones se me da por ponerme a leer las portadas del kiosko de revistas, o bien escudriñar mis zapatos, o estornudar, frotarme los ojos, buscar las llaves en la mochila o incluso hacer lo que nunca: mirar una vidriera.

¿Que si lo estoy ignorando? Pues claro! Es un pacto que tenemos él y yo: NO saludarnos si nos encontramos eventualmente por ahí. Y no se crean que es tan fácil...

El tema es así: lo conozco hace ya varios años, tantos que perdí la cuenta, quizás unos 15 y no creo estar exagerando. Él es el portero de uno de los edificios vecinos. ¿Cómo empezó este absurdo? No recuerdo bien, pero supongo que alguien alguna vez olvidó saludar (sí, es muy probable que haya sido yo, las básicas cuestiones sociales aún no las domino).

Desde entonces (sí, unos 15 años por lo menos!) hemos forjado un hermoso vínculo basado en este acuerdo tácito*. No, no lo odio, ni él a mí. De hecho, si me lo llego a encontrar en otro ámbito (por ejemplo, charlando con mi portero en la puerta de mi edificio), obvio que digo “hola”... tampoco voy a ser tan descortés, che!

Una vez —debo admitirlo—, hará un año, sucumbí y cometí el terrible error de deslizar un tímido movimiento de cabeza mirándolo a la cara (no puedo asegurarlo, pero hasta creo que mis labios dibujaron un saludo). No sé qué me pasó, no sé por qué caí tan bajo, quizás no llegué a inventarme una distracción pasajera, no sé, uno es débil de vez en cuando...

Gracias a Dios él es un hombre de principios firmes, e hizo como si eso nunca hubiera ocurrido. Y así seguimos, cruzándonos prácticamente todos los días, porque cuando yo voy al trabajo, él vuelve de dejar a sus hijos en el colegio.

Yo sé que no soy muy normal que digamos, que probablemente perdí un tornillo en algún lado y hace mucho, pero juro que me divierto bastante haciendo esto (y creo que él también). Así que, si se les ocurren cosas ingeniosas para que yo haga en pos de ignorarlo, todo aporte será bienvenido, tampoco es cuestión de caer en la repetición, ¿no?

* Utilizo “tácito” en un doble sentido: porque nunca se expresó formalmente tal acuerdo y porque implica justamente un acuerdo de silencio (tacitus, del verbo latino tacere: ‘callar’).

octubre 11, 2006

En el lugar del otro

Lunes 09/10. 6:22 pm. Av. Forest y Elcano. Yo estaba en el ‘bondi’, mirando hacia mi izquierda por la ventanilla. Mis ojos no esperaban toparse con esa escena.

Descripción: Forest tiene 3 carriles de circulación; el colectivo en el que yo viajaba estaba en el izquierdo, levantando gente. Adelante de éste, había un auto detenido en virtud del semáforo en rojo. En el carril del medio, 3 autos se detuvieron en línea a la espera de la luz verde. En el 3º carril, esperaban pacientemente un auto y una camioneta que llevaba un grupo de trabajadores en su caja.

Situación: En el 2º carril, detrás del 2º auto, se coloca una moto con 2 individuos. El acompañante del conductor se baja repentinamente, corre hacia el auto que tenía a su espalda, le rompe la ventanilla delantera derecha, agarra un bolso, corre a subirse a la moto y huyen. El semáforo permanecía en rojo, por lo que casi son atropellados por el tráfico que avanzaba en forma transversal.

Descripción: La víctima (una mujer, a quien ahora podía yo entrever a través del vidrio polarizado roto) se limitó a hacer un gesto de “la reputa madre”, marcó un número en su celular y comenzó a hablar por teléfono. Cuando el semáforo dio luz verde, arrancó y no sé cómo habrá continuado su día. Los testigos, atónitos... pero todo siguió como si nada, apenas uno que otro comentario indignado entre los viajeros del 44.

Reflexión: El resto de mi viaje fue una cavilación acerca de lo imprevisto y las reacciones de la gente. Creo que si yo hubiera sido la desafortunada mina, habría reaccionado casi igual (sólo que hubiera dejado el llamado por el celular para cuando encontrara un lugar para estacionarme).

Si hubiera sido uno de los tipos que viajaban en la caja de la camioneta, me hubiera lanzado de cabeza sobre la moto, aunque probablemente ligara un balazo, creo que era lo único que hubiera podido frenar el siniestro. Pero es verdad, ello hubiera requerido una reacción prácticamente instantánea, además de la voluntad de ponerse en riesgo. ¿Hubiera yo reaccionado rápido de estar en ese lugar?

Me resulta imposible imaginarme siendo yo el malhechor. Puedo llegar a entender que quizás el ‘chabón’ se esté muriendo de hambre o deba mantener una familia o infinidad de historias que se esconden detrás de escenas así. Tampoco pretendo justificarlo, sólo digo que simplemente NO puedo ponerme en ese lugar, hay cosas que creo que no podría hacer ni en mi más oscura noche.

(Pienso en lo fortuito; pienso en cómo todo puede cambiar en un instante por algo absolutamente externo y azaroso; pienso en lo bizarro y absurdo que a veces resulta todo; pienso en nuestra sociedad y todas sus deficiencias; pienso en la educación y en la moral; pienso en lo lejos que estamos de la polis ideal de Platón, que tanta razón tenía; pienso que a veces pienso demasiado; pienso que vos siempre me decías eso; pienso que te extraño; pienso que esa chica me está mirando muy fijo y tiene lindos ojos y, sin querer, pienso que tengo que bajarme en la próxima...)

octubre 10, 2006

Comprobado

“La ropa colgada es lo que hace llover”.

octubre 09, 2006

Aniversario

JOHN W. LENNON

9 de octubre 1940 - 8 de diciembre 1980

Imagine, Give peace a chance & Remember love

Intentar esbozar algunas palabras tendría por resultado la sensación de estar diciendo una ínfima parte de todo lo que hubiera querido decir. Elegir una única canción me resulta imposible, y empezar a seleccionar partes de algunas sería una labor absurda, creo que terminaría poniendo fragmentos de todas y cada una. Así que me limito a colocar esta foto y que cada cual le rinda el tributo que mejor le parezca.
Gracias, John!

octubre 07, 2006

Encuesta mesurada

Debí haber iniciado esta mini-encuesta unos días antes, pues sé que no serán muchos quienes lean esto antes del domingo a la tarde... pero haré una prueba de todos modos.
El fútbol parece ser realmente el opio de los pueblos (especialmente de los sudamericanos), y mañana se juega un partido “importante” (o al menos eso pareciera, pues en los medios no se habla de otra cosa en las vísperas de este acontecimiento): River-Boca.
Cuando a la gente se le pregunta quién va a ganar, los encuestados tienden a vaticinar resultados y/o añadir toda suerte de adjetivos y frases hechas en pro o en contra de uno de los equipos. Evitemos caer en eso, por favor.
Yo sólo quiero saber si alguien de ustedes tiene un verdadero pálpito o poder de vaticinio. Así que les dejo estas opciones, a ver qué pasa:

a) Gana Boca (*)
b) Gana River (*)
c) Empatan (*)
d) El partido se suspende por quilombo de órdago.
e) El partido no se juega por razones divinas.
f) No sabe.
g) No le interesa vaticinar sobre fútbol.
h) Otro: ____________ (**)

(*) Ud. puede colocar el resultado final si así lo desea, por ejemplo: (0-3), siendo 0 el correspondiente al equipo local (River) y 3 el correspondiente al equipo visitante (Boca).
(**) Hay un máximo de 10 palabras para esta opción.

octubre 05, 2006

El último café

Estaba sentado ahí, en esa mesa. Pidió un cortado mitá-y-mitá y se puso a leer el diario. Tranqui... Cuando se lo serví, me preguntó y entonces le expliqué... Y ahí mismo le dio un patatús.

Resulta ser que el pobre tipo recién volvía a la Argentina, tras un par de meses de viaje, y se desayunó la noticia. Su reacción puede considerarse un tanto excesiva, pero entiéndase que toda abstinencia tiene su lado oscuro.

La falta de ceniceros le llamó la atención y por eso consultó al mozo si ése seguía siendo el ‘sector fumadores’. El “ya no se puede fumar en lugares públicos cerrados” lo dejó en un primer momento anonadado, con los ojos desorbitados y una mueca de estupefacción similar a la de Apu al enterarse de que acaba de ser padre de 8 críos (“
Eight misbehavin'”, temporada 11).

Hasta ahí me enteré. Sé que después todo adquirió tintes tragicómicos, pero no pude quedarme a escuchar la historia completa... tuve que ir afuera para acompañar a un amigo que se sentía mal por la falta de nicotina.

octubre 03, 2006

Pedro Salinas (1891-1951)

Uno de mis escritores predilectos en cuanto a lo que poesía se refiere. Poeta español perfeccionista que ha sabido dedicarle sus letras al amor. Lectura recomendada.

(Hoy tengo un día raro, de hecho están preguntándome acá constantemente qué me pasa. Nada en particular, estoy y no estoy. Así que, antes de ponerme a escribir divagues de martes nublado, opté por dejarles este poema. Saludos.)

Cuando cierras los ojos
tus párpados son aire.
Me arrebatan:
me voy contigo, adentro.

No se ve nada, no
se oye nada. Me sobran
los ojos y los labios,
es este mundo tuyo.
Para sentirte a ti
no sirven
los sentidos de siempre,
usados con los otros.

Hay que esperar los nuevos.
Se anda a tu lado
sordamente, en lo oscuro,
tropezando en acasos,
en vísperas; hundiéndose
hacia arriba
con un gran peso de alas.

Cuando vuelves a abrir
los ojos yo me vuelvo
afuera, ciego ya,
tropezando también,
sin ver, tampoco, aquí.
Sin saber más vivir
ni en el otro, en el tuyo,
ni en este
mundo descolorido
en donde yo vivía.
Inútil, desvalido
entre los dos.
Yendo, viniendo
de uno a otro
cuando tú quieres,
cuando abres, cuando cierras
los párpados, los ojos.

De La voz a ti debida (1933)

octubre 01, 2006

Las vueltas de la vida

Te vi, te vi, te vi...
yo no buscaba a nadie y te vi.


También en el mundo virtual lo fortuito me hace cavilar acerca de las casualidades/causalidades. Cada enlace es una historia, una puerta o ventana mágica y misteriosa que se bifurca, conforma una espiral o un infinito círculo cerrado, un modelo para armar.
Conformo mi cosmos virtual con aquellos a quienes aprecio: amistades; antiguos y/o perennes amores; personas a quienes (aún) no conozco más que a través de sus letras.
Hace ya un mes que hice física una presencia virtual. Pienso cómo fue que conocí a mis amigos o parejas, a las personas que supieron dejar alguna huella en mí, y recuerdo entonces lo fabulosas que son las vueltas de la vida: cómo por un capricho, un azar, un amigo de un amigo, una presentación al pasar, una bizarra coincidencia de tiempos y espacios, de repente llega una persona nueva a tu vida (sea un amor, sea un nuevo amigo).

Las posibilidades son inmensas, se expande el horizonte ahí nomás: a la vuelta del blog.